Valparaíso, Chile.- Con una invocación de un partidario de que "vuelva pronto" en momentos en que se convertía en una ciudadana común, la presidenta saliente Michelle Bachelet dijo hoy, jueves, que deja el país en buen estado al mandatario Sebastián Piñera, aclarando que las tareas más urgentes frente al terremoto de febrero ya están realizadas o en vías de terminarse.

La petición de su admirador fue pronunciada cuando la médico pediatra socialista, de 57 años, abandonaba la sede del Congreso en Valparaíso luego que el presidente del Senado, Jorge Pizarro, invistiera al nuevo presidente derechista.

Bachelet fue recibida y despedida con una ovación de pié por los asistentes, a lo que respondió con su habitual gesto de poner sus dos manos sobre el corazón.

Antes de viajar a Valparaíso, a 120 kilómetros al noroeste de Santiago, la ex presidenta se despidió de sus colaboradores en el palacio presidencial de La Moneda.

"¡Viva Chile!", exclamó Bachelet al final de su discurso de despedida de La Moneda, desde donde marchó con los guardias de la mansión presidencial y luego se demoró con una multitud de partidarios en la plaza de La Constitución. La gente agitaba pañuelos blancos y banderas del partido socialista y pugnaba por estrecharle la mano, tocarle la cara o entregarle flores.

"Ahora voy a salir por la puerta grande", dijo Bachelet. "Voy a salir triste por el dolor de nuestra gente (por el terremoto de febrero), pero también voy a salir con la frente en alto, satisfecha por lo que hemos logrado".

"Me voy tranquila porque hemos puesto todo nuestro mayor empeño en hacer las cosas bien, y contenta también porque esta Moneda nunca más será la casa de los presidentes, sino la casa de los presidentes y las presidentas de Chile. Y eso también nos hace un país mejor", expresó la ex mandataria.

Bachelet fue la primera mujer en ser electa presidente de este país de 17 millones de habitantes y tras algunos contratiempos en su gestión de cuatro años por una rebelión estudiantil y la implementación de un innovador plan de transporte para Santiago, el Transantiago. Pero su decaída popularidad repuntó y según una encuesta esta semana el 84% aprobaba su gestión. Y el 96% consideró que es "querida por los chilenos".

Bachelet conquistó a los chilenos con sencillez y calidez. Pero además mostró tener temple para encarar los problemas, como la intensa actividad y fortaleza que exhibió a consecuencia del devastador terremoto y tsunami que afectó al centro sur del país.

Durante la ceremonia de cambio de mando mostró esa serenidad cuando una fuerte réplica movía el edificio legislativo en Valparaíso. Bachelet no se inmutó y se limitó a hacer algunos comentarios con el presidente del Senadod, Jorge Pizarro.

Bachelet le entregó el país a su sucesor Sebastián Piñera con una reconstrucción en marcha y una estabilización económica tras la recesión del año pasado. Y con un fondo de ahorros provenientes del cobre de 11,250 millones de dólares.