Los países miembros de Naciones Unidas adoptaron el lunes el primer tratado en la historia para proteger la vida marina en altamar, un acuerdo histórico que el secretario general del organismo António Guterres señaló que le da a los océanos “una oportunidad”.

Delegados de las 193 naciones que integran la ONU brindaron una ovación de pie cuando la embajadora de Singapur para los océanos, Rena Lee —quien presidió las negociaciones_, golpeó su martillo después de que no hubo objeciones para la aprobación del tratado.

Los océanos producen la mayor parte del oxígeno que respiramos y absorben dióxido de carbono, por lo que son cada vez más importantes en la reducción de emisiones de carbono que causan el calentamiento global. Sin embargo, sólo el 1% de las inmensas áreas oceánicas cuenta con protecciones.

Durante más de 20 años se ha discutido un tratado para proteger la biodiversidad en aguas fuera de los límites nacionales, conocidas como altamar —que abarcan casi la mitad de la superficie del planeta_, pero esos esfuerzos habían fracasado en reiteradas ocasiones hasta marzo. Fue cuando los delegados de una conferencia intergubernamental creada por la Asamblea General de la ONU acordó un tratado, el cual posteriormente fue objeto de un análisis legal y traducido a los seis idiomas oficiales de Naciones Unidas.

El nuevo tratado será abierto para firmas el 20 de septiembre durante la reunión anual de jefes de Estado en la Asamblea General, y se implementará una vez que sea ratificado por 60 países.

El tratado creará un nuevo organismo para administrar la conservación de la vida marina y crear áreas marítimas protegidas en altamar. También establece las reglas para llevar a cabo evaluaciones de impacto ambiental para las actividades comerciales en los océanos.

Guterres dijo a los delegados que la adopción del tratado se produce en un momento crucial en el que los océanos enfrentan amenazas desde distintos frentes.

“Más de un tercio de las poblaciones de peces se están capturando a niveles insostenibles”, dijo el secretario general. “Y estamos contaminando nuestras aguas costeras con productos químicos, plásticos y desechos humanos”.