Manuel Javier Arévalo, de 35 años, llegó por primera vez al Cici Aquapark el domingo pasado para cumplir un compromiso ineludible: celebrar por adelantado el cumpleaños de su hijo de 8 años en el parque acuático, ubicado en la zona del Salitre, noroccidente de la Bogota, Colombia.

Arévalo, que se desempeñaba desde hace 14 años como administrador de una reconocida cadena de supermercados, entró al lugar aquel domingo cerca de las 11 de la mañana. Según Andrea Gutiérrez, hermana de Manuel, en un día en el que la asistencia suele ser alta, apenas había un hombre encargado: “El mismo señor que repartía los gorros y las gafas en la entrada hacía de salvavidas”. Salvavidas que por lo demás estaba confinado a la parte donde nadaban los menores de edad.

Luego de ponerse el traje de baño, Manuel y su hijo ingresaron a las piscinas. Pero el padre, al rato, luego de notar que habían encendido la máquina que generaba las olas, dejó a su hijo a cargo de la madre.

Minutos más tarde flotaba inconsciente en la piscina de olas, la atracción principal del complejo acuático. Al comienzo, su esposa llegó a pensar que aguantaba la respiración, pero luego de contemplar el cuerpo por un corto tiempo y comprobar que no se movía, empezó a pedir auxilio.

Según Sergio Tarazona, portavoz del parque, Arévalo fue asistido de inmediato por un médico y uno de los cuatro salvavidas del lugar, que encontraron rastros de comida en sus vías orales. Pero Andrea asegura que el encargado de sacarlo de la piscina fue un usuario anónimo que permanecía en el lugar y le brindó los primeros auxilios.

“Dónde estaba la ambulancia de ellos. No tienen cámaras de seguridad ni centro médico”, reclama la hermana.

Tarazona enfatizó que el hombre recibió una atención justa y que el tiempo de respuesta, entre el momento que Manuel fue sacado de la piscina y entró al centro asistencial, fue de seis minutos. El padre del menor fue llevado a la Clínica de la Cruz Roja, frente al parque, donde 40 minutos después perdió la vida.

Sin embargo, la familia insiste en que la tardanza fue de 15 minutos. Si bien Medicina Legal dictaminó que la muerte se dio por ahogamiento, aún se investiga si la causa fue un paro respiratorio o un calambre bajo el agua.

Por ahora, la familia de Manuel busca interponer una demanda por negligencia. Andrea cuenta que el niño, que cumplió años ayer martes, aún no ha asimilado la muerte de su padre. “Él no ha entendido todavía lo que pasó”.

No es la primera vez se presenta un caso de estos en el parque acuático. Yeni Carolina Salgado, estudiante del colegio distrital Néstor Forero Alcalá, falleció en el 2007 en el Aquapark después de lanzarse por un tobogán. Al salir de la piscina se desvaneció.