QUITO. La madre de los cuatro menores asesinados durante un ataque armado a su vivienda en un barrio popular de Guayaquil murió tras permanecer dos días hospitalizada, mientras la policía detuvo a uno de los implicados, se informó el jueves.

La mujer de 24 años estaba internada en una casa de salud desde la noche del lunes cuando su vivienda, ubicada en el Guasmo Sur, fue blanco de un ataque a tiros por parte de una banda que se equivocó de objetivo, según la policía.

La mujer, identificada como Rosa Arias, no sobrevivió a las heridas y falleció el jueves, informó la policía.

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En el violento hecho murieron sus cuatro hijos de entre cinco meses y siete años, mientras su esposo es el único sobreviviente. El jueves se realizaba el sepelio en la casa de los menores en medio de la consternación de familiares y allegados, reportaron medios locales.

En tanto, la policía informó en su cuenta de la red social X, antes Twitter, sobre la aprehensión de Byron M., “uno de los presuntos implicados en el asesinato de una ciudadana y cuatro niños”. Agregó que las investigaciones continúan para localizar a los otros responsables.

Los progenitores de los menores no tenían antecedentes penales. La policía ratificó que el ataque fue producto de un error de los delincuentes que dispararon a través de la ventana hacia el interior de la vivienda donde se encontraba la familia.

El ataque conmocionó al país que enfrenta una crisis de seguridad inédita en su historia por la acción de grupos de delincuencia organizada vinculados con el narcotráfico que, según las autoridades, se disputan espacios de poder y el control de rutas y expendio de sustancias ilícitas dentro y fuera del país.

Guayaquil junto con Samborondón y Durán, ciudades que conforman la zona ocho, registran el mayor número de muertes violentas, con 2,500 en lo que va de 2023, según cifras policiales.

En 2022, Ecuador superó el récord de homicidios intencionales con una tasa de 25.6 muertes por cada 100,000 habitantes, el equivalente a 4,600 muertes violentas, mientras hasta el primer semestre de este año se registraron 3,568. Los índices colocan al país andino entre los más violentos de la región.