
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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México.- Una niña de cuatro años, que llevaba 10 días desaparecida y que fue hallada muerta en su propia habitación, fue asesinada y su madre es la principal sospechosa, informaron hoy, miércoles, autoridades estatales. De los primeros exámenes se desprende que la menor murió por "asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión toraxicoabdominal", declaró el procurador de Justicia del Estado de México, Alberto Bazbaz, en una extensa rueda de prensa. "No hay señales de violencia en el cuerpo de la menor, ni tampoco que hubiese hecho algún intento de movimiento para tener acceso al aire", indicó el funcionario del Estado de México, aledaño a la capital mexicana. "Yo no tengo duda de que se trata de un homicidio", afirmó el procurador, quien añadió que "en este momento podemos darle, sin duda, el carácter de indiciada en la investigación a Lisette (Farah). En este momento... la (sospechosa) es Lisette". Las autoridades esperan resultados posteriores de una autopsia que determinen la hora en que murió, para poder empezar a esclarecer cómo fue que ocurrieron los hechos y tener pruebas suficientes para una posterior acción judicial. El procurador confirmó hoy, miércoles, que el cuerpo de Paulette Gebara Farah se encontraba debajo del colchón de su cama y que no llegó allí por ella misma, sino que alguien más la colocó en el lugar, posiblemente en una fecha posterior a su desaparición, aunque ello está por confirmarse. Paulette desapareció del lujoso apartamento de dos pisos entre la noche del domingo 21 de marzo y la mañana del lunes 22. La madre dijo a medios de comunicación que acostó a la niña en su cama, cerró la puerta y se fue a dormir en su habitación. Al día siguiente cuando la nana fue a levantar a la menor, no la encontró. Familiares confirmaron a las autoridades que era imposible que el cuerpo estuviera debajo del colchón desde el día de su desaparición el domingo 21 de marzo porque habían mirado allí. El procurador dijo que también estuvo en el cuarto y no se percató de nada extraño. Además equipos técnicos y unidades caninas rastrearon el sitio. El funcionario justificó que no se hubiera sellado el lugar para preservar las pruebas, debido a que en un inicio se pensó que Paulette simplemente no estaba en el departamento. El lunes, las autoridades arraigaron a los padres de la menor, Mauricio Gebara y Farah así como a las empleadas domésticas Erika y Martha Casimiro debido a que incurrieron en contradicciones al hablar con la autoridades ministeriales. Los cuatro permanecerán detenidos al menos durante 30 días y debido a su aislamiento no fue posible obtener reacciones a lo que dijo el procurador. Grabaciones realizadas en la casa de la familia por "una tercera persona", a quien el procurador no identificó, apuntan a que la madre de la niña le pidió a su otra hija, también llamada Lisette, no seguir hablando de su hermana menor. En la grabación se escucha a la pequeña Lisette preguntarle a su mamá porqué no puede decir nada y ésta le contesta "porque si no, nos van a echar la culpa de que nos la robamos o de que tú la sacaste para que se la roben"’. Ese fue uno de los motivos que les hizo cambiar el curso de la pesquisa y el lugar de búsqueda de la niña. Relató que se hicieron múltiples pruebas, incluyendo algunas con un químico especial llamado luminol que detecta trazas de sangre, entre otras cosas. Las pruebas se realizaron en las afueras del apartamento de la familia, incluyendo las escaleras de emergencia y áreas comunes, sin encontrar rastro alguno de Paulette. La niña no podía caminar bien, ni tenía movimiento en una de sus manos y presentaba dificultad para hablar, había dicho su madre la semana pasada en una entrevista televisiva pero sin explicar la causa de estos problemas. Precisamente los interrogatorios y un nuevo estudio sicológico que se le practicó a la madre apuntan a que padece de trastornos de personalidad, dijo la siquiatra Sandra Yadeum, quien colabora en el caso. "Estamos frente a una abogada astuta, fría, que ha mentido", afirmó la siquiatra, aunque subrayó que "sería muy atrevido decir en estos momentos que ella— Lisette— sea la responsable", del homicidio. También se investiga cuánto sabía el padre sobre los hechos. La niña no tenía seguro de vida, dijo el procurador. El abogado de las nanas había dicho que a éstas les llamó la atención la conducta de los padres el lunes 22 de marzo, tras saber de la desaparición. Supuestamente Farah encendió su computadora mientras fumaba y el padre se sentó a tomar café. El caso llamó al atención de la ciudadanía luego de que se publicó la foto de la niña en un vestido de princesa con la leyenda "desaparecida". Se pegaron además avisos en múltiples puntos de la ciudad y de sus suburbios, incluyendo algunos taxis.