En Grecia se registró uno de los hechos más particulares de los últimos tiempos. En la ciudad de Volos, uno de los lugares más afectados por las constantes lluvias que cayeron en los últimos días en el país, un rebaño de ovejas se refugió en un invernadero donde Giannis Bourounis cultiva plantas de cannabis con fines medicinales.

Momentáneamente a salvo en tierra firme, las ovejas decidieron alimentarse con lo que tenían a su alrededor debido a que en el hábitat donde se encontraban el agua arrasó con todo lo que encontró a su paso. Así fue como empezaron comer las plantas de marihuana que Giannis cultivó durante un tiempo y habían soportado este fenómeno climático.

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Desesperadas por el hecho de ingerir algún alimento, se encargaron de arrasar con lo poco que quedaba de la cosecha de cannabis y el efecto de esto fue contado por el propio Bouronos al medio local The Newspaper. “Tuvimos la ola de calor y perdimos mucha producción. Tuvimos las inundaciones, lo perdimos casi todo. Y ahora pasó esto. El rebaño entró al invernadero y se comió lo que quedaba. Honestamente, no sé qué decir”, manifestó, aún atónito por lo ocurrido.

Sin poder tomar magnitud de este hecho, apeló por un rato al humor al explicar las consecuencias de que las ovejas hayan comido lo último que le quedaba de una cosecha considerada como la más grande de Europa central y oriental.

“Estoy muy bien, pero mejor están las ovejas, llenas de locura. Todo lo ven hermoso”, explicó entre risas. Al indagar en las posibles razones por las que los animales actuaron así, relató: “Encontraron la hierba para comer porque el resto de su comida fue destruida por las inundaciones. Les gusta mucho el cannabis, así como la hiedra y las verduras. Se lo comen todo con gusto”.

Conocedor del mundo de la hierba medicinal y del reino animal, debido a que está constantemente en contacto con ambos, el protagonista de esta historia detalló cómo fue sacar del lugar a un rebaño de aproximadamente 500 ovejas que estaban bajo el efecto del cannabis y decidieron plantar bandera en ese territorio al encontrar un lugar seguro para alimentarse y vivir.

“Las ovejas saltaban más alto que las cabras y eso nunca sucede. Lógico, ya que comieron unos 300 kilos de cannabis”, precisó el propietario.

Este dato de color que brindaron las ovejas fue un bálsamo en medio de una crisis que vive Grecia en cuanto a las inundaciones. Las intensas lluvias trajeron significativos problemas para la población y especialmente para los dueños de campos que perdieron gran parte de su producción.

“Se perdieron grandes unidades ganaderas y lamentablemente es el período del proceso productivo. Los caminos rurales quedaron destruidos. Miles de acres de tierras de cultivo están bajo toneladas de agua”, sintetizó Giannis, quien sin dudas no olvidará nunca lo que le ocurrió con las ovejas.