Viena. Los países que siguen participando en el acuerdo nuclear expresaron hoy “serias inquietudes” sobre las violaciones iraníes del pacto, al tiempo que reconocieron que se agota el tiempo para salvarlo.

Wang Qun, embajador chino ante la sede de las Naciones Unidas en Viena, declaró ante la prensa después de conversaciones entre los participantes del acuerdo, incluyendo a Irán, que “estamos corriendo contra el reloj para llegar a una solución específica a fin de proteger” el pacto forjado en el 2015.

El Plan Integral de Acción Conjunta, como se le conoce oficialmente al acuerdo, otorga incentivos económicos a Irán a cambio de límites a su programa nuclear, con el objetivo de impedir que Irán construya una bomba atómica, algo que los líderes del país insisten en que no desean.

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Desde que Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, decidió retirarse unilateralmente del acuerdo y reimponer sanciones económicas a Irán, la economía iraní se encuentra en dificultades. Teherán ha violado gradualmente varias cláusulas del pacto a fin de obligar a los otros firmantes -China, Rusia, Alemania, Francia y Gran Bretaña- a tomar medidas que compensen las sanciones norteamericanas.

En respuesta, los europeos en enero invocaron un mecanismo de resolución de disputas diseñado para resolver dificultades relacionados con el acuerdo o remitirlos al Consejo de Seguridad de la ONU.

El vicecanciller iraní Abbas Araghchi dijo a la prensa que su país “sigue abierto a cualquier iniciativa que garantice los beneficios para Irán” del acuerdo.

“Estamos totalmente dispuestos a revertir las medidas que recientemente hemos tomado a cambio de un cumplimiento cabal de los compromisos del acuerdo por parte del otro bando”, afirmó.

En un comunicado después del encuentro, el comisionado de Relaciones Exteriores de la UE, Josep Borrell, declaró que "se expresaron serias inquietudes en cuanto a la implementación por parte de Irán de sus compromisos bajo el acuerdo”.

Borrell, quien preside una comisión conjunta sobre el acuerdo, estuvo representado en el encuentro por Helga Schmid, comisionada de asuntos políticos de la UE.

Borrell destacó que “los participantes reconocen que la reimposición de las sanciones estadounidenses no le ha permitido a Irán recibir todos los beneficios asociados con el levantamiento de sanciones”.

Añadió que “los participantes ratifican la importancia de preservar el acuerdo, recordando que es un elemento clave del sistema internacional de no proliferación nuclear”.

Gran Bretaña, Francia y Alemania han desarrollado un sistema llamado INSTEX que permite el comercio con Irán y protege a compañías de las sanciones, pero hasta ahora ha tenido poco éxito.