El papa Francisco dijo que gracias a la operación para extirparle un trozo de colon puede comer lo que quiere y lleva “una vida totalmente normal”.

En una entrevista pregrabada con una radio española, emitida el miércoles, el pontífice habló sobre su salud luego de la cirugía programada a la que se sometió el pasado 4 de julio en un hospital de Roma.

“Ahora puedo comer de todo, cosa que antes con los divertículos no se podía”, afirmó. Después de la operación, el Vaticano explicó que una inflación de los divertículos, o las bolsas que sobresalen de la pared intestinal, le había provocado un estrechamiento de parte del intestino grueso.

En su conversación con la emisora Cadena COPE, propiedad de la Conferencia Episcopal española, Francisco dijo que sigue tomando medicación mientras su cuerpo se adapta a tener un colon más pequeño.

“Puedo comer de todo. Todavía tengo las medicinas posoperatorias, porque el cerebro tiene que registrar que tiene 33 centímetros (unas 13 pulgadas) menos de intestino”, señaló.

Pero, más allá de eso “llevo una vida totalmente normal”.

Francisco reconoció la labor de un enfermero del Vaticano que lo animó a pasar por el quirófano en lugar de tratar la inflamación intestinal con antibióticos. “¡Me salvó la vida!”, exclamó durante la entrevista.

La resistencia del papa, de 84 años, será puesta a prueba en unos días durante su viaje de cuatro días a Hungría y Eslovaquia.

En la entrevista, Francisco dijo además que viajará a Chipre, Grecia y Malta más adelante.

El pontífice se rió además, literalmente, de algunas informaciones de medios italianos acerca de que sus problemas de salud podrían hacerle renunciar. “Siempre que un papa está enfermo, corre brisa, o huracán, de cónclave”, bromeó.

El cónclave es la reunión a puerta cerrada en la que los cardenales eligen al próximo pontífice. En 2013, un débil Benedicto XVI sorprendió a la Iglesia católica y al mundo al presentar su dimisión. El predecesor de Francisco era el primero en hacerlo en seis siglos. En el pasado, el argentino indicó que consideraría hacer lo mismo si sintiese que ya no puede desempeñar los deberes papales.