La Real Academia Española (RAE) recibió el pedido formal de un colectivo integrado por más de 20 comunidades judías hispanoparlantes donde le solicitan suprimir una acepción del vocablo “judío” del Diccionario de la lengua española y el término “judiada”, por considerarlos ofensivos. Fuentes de la RAE confirmaron a La Nación que este pedido “se tramitará siguiendo los cauces habituales para su estudio”.

El director del Centro Simón Wiesenthal Latinoamérica, con sede en Buenos Aires, Ariel Gelblung, confirmó a La Nación que su institución ha respaldado la iniciativa de exigirle a la Real Academia Española la supresión de dos términos que se encuentran en el Diccionario de la lengua española (DLE): “Sostener la validez en el diccionario de tales significados es de por sí humillante, y más aún el normalizar su uso en el lenguaje común”.

Relacionadas

La Comunidad Judía de Panamá, a través de su representante legal Borja Luján Lago, impulsó una iniciativa a la que han adherido más de 20 instituciones judías hispanoparlantes. Este reclamo consiste en suprimir la quinta acepción del adjetivo judío que se publica en el DLE: “adjetivo despect. Dicho de una persona: Avariciosa o usurera”.

Según el escrito esta acepción resulta “ofensiva, pues define en términos peyorativos y discriminatorios a una comunidad de identidad. Y que no refleja el uso del lenguaje actual en la comunidad hispanohablante, donde prima el respeto y la promoción de la diversidad y multiculturalidad”. También se solicita la supresión del término ´judiada´, cuya entrada es: “mala pasada o acción que perjudica a alguien”.

Fuentes de la RAE confirmaron a La Nación que la solicitud fue recibida el miércoles 6 de septiembre y de modo escueto agregaron a este medio que la misma “se tramitará siguiendo los cauces habituales para su estudio”. Para modificar un vocablo del DLE es necesario, en caso de prosperar este pedido, que las 22 academias que integran la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) estudien la modificación en sus comisiones lexicográficas, propongan la modificación, y reciba posteriormente el consenso de las mismas.

“Entendemos que el lenguaje es vivo y cambiante y por lo tanto refleja un momento y un contexto histórico dado y no promueve per se una conducta de odio. No obstante, en este caso podemos presumir que los términos que han quedado cristalizados en el Diccionario denotan lo que podríamos denominar un prejuicio de tinte antisemita previo al Edicto de Expulsión de 1492 y que el mismo se ha mantenido a lo largo de los siglos, aun cuando no hubiera habido presencia judía en España hasta fines del siglo XIX cuando algunos judíos comenzaron a retornar, y continúa hasta el presente”, explicó Gelblung.

Estrella Israel nació en Marruecos, es docente, experta en los estudios interculturales e investigadora en diversos ámbitos de la Comunicación y desde hace más de una década batalla para que se retire el término “judiada” del DLE. Ha conseguido, como explica, “suavizar” el término que se encuentra incluido desde 1837 en el corpus lexicográfico más consultado en lengua castellano.

En marzo de 2011 comenzó a movilizar y visibilizar su reclamo a través de “Pedimos a la RAE que quite la palabra judiada del diccionario”, un grupo de Facebook que hoy permanece cerrado, sin acceso público, ante los diversos mensajes de odio que ha recibido. “Acción mala que tendenciosamente se consideraba propia de judíos” rezaba la definición previa de la palabra “judiada”.

Definiciones de la palabra "Judío" en la RAE.
Definiciones de la palabra "Judío" en la RAE. (Captura)

“Judiada” fue, desde su inclusión en diccionario, citada en reiteradas ocasiones en la TV, en foros y en medios de comunicación, destaca la investigadora quien logró la adhesión de varias comunidades a su iniciativa. En 2011 Estrella Israel escribió en el diario El País: “No por académico deja de ser ofensivo”.

La RAE ha recibido previamente reclamos de esta naturaleza cuando le fue exigido modificar la definición de “trapacero”, un vocablo que se asociaba en su entrada con el pueblo gitano. Aquella acepción fue eliminada, aunque no así el término, que en la actualidad destaca en su lema el carácter ofensivo y la intención antisemita.

“La discriminación puede manifestarse a través del lenguaje, no solo a través de acciones física. Lo que más nos provocaba, lo que nos disgustaba del término ‘judiada’ era que se asociara esa acción a los judíos. La palabra no fue eliminada aún, y las personas que tienen sensibilidad y no quieren adherir al discurso del odio, están de nuestro lado, pero hay muchos ataques en la actualidad y el discurso antisemita pervive en varios aspectos de nuestra lengua. Me parece bien insistir. Nos sentimos responsables no solo por el pasado, sino por el futuro, qué mensaje se transmitirá en el futuro. No porque se haya dicho muchas veces la palabra ´judiada´ debe mantenerse”, agregó Israel a La Nación, quien confía que con la misma celeridad con la que se incorporan neologismos o anglicismos al volumen léxico cada año, se revise estos términos.