A lo largo de la historia de la Iglesia Católica, el celibato ha sido una práctica arraigada y controvertida, en la que se exalta una vida de abstención sexual como un compromiso fundamental para quienes aspiran al sacerdocio.

La base de esta tradición se encuentra en pasajes bíblicos, como el Evangelio de San Mateo (Capítulo 19, versículo 12), que ha sido utilizado para respaldar la elección de una vida célibe por parte de los sacerdotes.

De acuerdo con el portal web “Razón Pública”, el pasaje de San Mateo 19:12, que reza “En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!”.

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Dicho pasaje, ha sido utilizado a lo largo de la historia para justificar la abstención sexual y el celibato entre el clero. Este pasaje bíblico sugiere que la decisión de no contraer matrimonio debe ser entendida como un compromiso en favor del Reino de los Cielos, sin necesariamente condenar el matrimonio como una elección negativa.

Además, se citan otros pasajes como Lucas 19:27-30 y Marcos 10:20-21, que subrayan la renuncia de posesiones y relaciones personales en favor del servicio religioso y la dedicación a Dios. Estos pasajes se interpretan como un llamado a que quienes aspiran al sacerdocio se alejen del mundo y la carne, siguiendo el ejemplo de Jesucristo y comprometiéndose a “casarse” con la Iglesia.

El origen del celibato en el sacerdocio

El celibato, en su sentido genérico, se refiere a la condición de no contraer matrimonio, y el celibato sacerdotal es cuando esta elección se hace en aras de una dedicación total a los servicios religiosos, a través de la ordenación presbiteral.

Según el sociólogo Francisco Borba Ribeiro Neto, coordinador del Núcleo Fe y Cultura de la Universidad brasileña PUC-SP, esta práctica se basa en la vocación virginal y no se limita a la Iglesia Católica, ya que otras religiones también promueven una entrega total a Dios.

El argumento clave detrás del celibato sacerdotal es que aquellos que aspiran al sacerdocio deben alejarse del mundo y de los deseos carnales, siguiendo el ejemplo de Jesucristo y comprometiéndose a ‘casarse’ con la Iglesia. Esta renuncia a la vida sexual activa se considera una muestra de devoción y una forma de mantener la pureza espiritual y moral.

Dilema en la Iglesia

El celibato clerical es un tema que ha generado debate en la Iglesia Católica. Algunos argumentan que debería ser opcional, permitiendo que los sacerdotes casados sirvan a la comunidad religiosa. Según el portal web de BBC en español, el Papa Francisco ha expresado su disposición a considerar esta posibilidad, pero prefiere que la demanda provenga de las conferencias episcopales nacionales.

Sin embargo, la Iglesia defiende que el celibato sacerdotal es esencial para asegurar que aquellos que se dedican al sacerdocio lo hagan por una verdadera vocación y no por otras razones. Considera que ceder a las presiones para que los sacerdotes se casen podría facilitar la entrada de personas sin una vocación real, lo que, según la Iglesia, podría tener efectos adversos, como la disminución de la calidad del clero.