Dubái. Los precios globales de la energía subieron el lunes tras un ataque a infraestructuras petroleras saudíes que provocaron la peor interrupción documentada en los suministros globales de energía. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó al ataque advirtiendo a Irán de que Washington está “armado y listo” para responder.

Estados Unidos publicó el lunes de madrugada imágenes por satélite que mostraban los daños en la planta de procesamiento de crudo de Abqaiq y un importante campo petrolífero, afirmando que el patrón de los impactos sugería que el ataque del sábado se lanzó desde Irak o Irán, y no desde Yemen, como proclamaron los rebeldes hutíes a los que apoya Irán en ese país.

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Por su parte, Teherán tachó las acusaciones estadounidenses de “mentiras máximas”.

Pero cualquier acción en cualquier bando podría convertir en patente la guerra latente que se ha ido librando en el Golfo Pérsico en los últimos meses.

Ya se han registrado misteriosos ataques contra petroleros que Washington atribuye a Teherán, al menos un supuesto ataque israelí contra fuerzas chiíes en Irak, e Irán ha derribado un dron estadounidense de espionaje.

El barril de referencia Brent subió casi un 20% en las primeras operaciones del lunes antes de quedarse en un aumento del 10%. Un barril de Brent se vendía por 66.28 dólares, seis dólares más que al abrir las bolsas.

Imagen satelital de Planet Labs Inc. que muestra el espeso humo negro saliendo de la planta de procesamiento de petróleo Abqaiq. (Planet Labs Inc. vía AP)
Imagen satelital de Planet Labs Inc. que muestra el espeso humo negro saliendo de la planta de procesamiento de petróleo Abqaiq. (Planet Labs Inc. vía AP)

El crudo de referencia estadounidense West Texas subió en torno a un 9%. También la gasolina y el combustible para calefacción en Estados Unidos subieron un 8 y un 7 por ciento, respectivamente, antes de la apertura de mercados en Nueva York.

La interrupción sería la más grande de la que se tiene registro en los mercados globales, según cifras de la Agencia Internacional de la Energía, con sede en París. Supera por poco la interrupción de 5.6 millones de barriles diarios documentada durante la Revolución Islámica de 1979 en Irán, según la OIE.

Arabia Saudí ha prometido que sus reservas mantendrán surtidos a los mercados globales, mientras trabaja contrarreloj para reparar los daños en la planta de Abqaiq y el campo petrolífero de Khurais.

Trump dijo que Estados Unidos tiene motivos para saber quién está detrás del ataque, después de que su secretario de Estado culpara el sábado a Irán. El mandatario afirmó en Twitter que “estamos armados y listos” para responder cuando tuvieran confirmación, y que estaba esperando a conocer la opinión de los saudíes sobre quién había sido el responsable y “bajo qué términos proceder”.

Los tuits se publicaron después de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca en la que participaron el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo y el secretario de Defensa Mark Esper.

Una fuente del gobierno dijo que todas las opciones, incluida una respuesta militar, estaban sobre la mesa, pero que no se habían tomado decisiones el domingo. La fuente habló bajo condición de anonimato para comentar las conversaciones internas.

Los comentarios de Trump recuerdan a expresiones similares que hizo en junio después de que Irán derribara un dron espía estadounidense. Sin embargo, el presidente dijo haber cancelado un ataque en represalia contra Irán en el último momento.

Irán tachó las acusaciones estadounidenses de “comentarios ciegos y fútiles”, en una comparecencia el domingo del portavoz del Ministerio de Exteriores Abbas Mousavi.

El vocero tachó el lunes de “especulaciones” los reportes sobre una posible reunión de Trump y el presidente de Irán, Hasán Ruhani, en un aparte de la Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebra en septiembre. Estados Unidos ha dicho seguir abierto a conversaciones con Irán, pero Mousavi dijo que no había una reunión entre Trump y Ruhani en la agenda.