Santo Domingo. El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, avanzaba a la reelección el domingo con poco más de un 20% del avance del escrutinio y un apoyo del 59,09% de los votos, después de que sus contendientes reconocieran su derrota.

“Asumo la confianza que he recibido y la obligación de no defraudarla. No les fallaré”, ofreció el mandatario dominicano en sus primeras palabras, tras conocerse resultados preliminares. “Y por encima de cualquier sentimiento partidista está mi lealtad. Soy y seré el presidente de todos los dominicanos y dominicanas”, dijo entre los vítores y aplausos de sus seguidores.

Con un 21.12% del conteo, Abinader, de 56 años y quien llegó al poder en 2020 a través del Partido Revolucionario Moderno, lideraba el conteo con 59,09% de los votos. “Los resultados electorales han sido muy generosos conmigo y con mi partido”, defendió.

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Para ganar en una sola vuelta, son necesarios el 50% más 1 de los votos.

Le seguían Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo, con un 26.94% y del exalcalde de la segunda ciudad más importante del país, Abel Martínez, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con un 10,76%.

Ambos reconocieron su derrota, a falta de resultados definitivos, en unas elecciones marcadas las propuestas de los candidatos contra la migración ante el fuerte desafío que supone la deteriorada situación de su vecino Haití. Tres horas y media después del cierre de urnas, compareció el presidente de la Junta Electoral dominicana, Román Jáquez Liranzo, para asegurar que el proceso electoral fue “seguro, transparente y abierto al mundo” ante 551 observadores internacionales.

“Todo el territorio nacional estamos dando de manera pacífica y ordenada y como hermanos que somos todos los dominicanos que hoy sencillamente vamos a (tomar) una decisión y al final del día nos vamos a unir todos siempre luchando a favor de la República Dominicana”, expresó Abinader tras emitir su voto antes del mediodía.

El candidato opositor Abel Martínez, de 52 años, también sufragó temprano y destacó se trata de un “ejercicio democrático positivo”, al tiempo en que llamó a los dominicanos a que concurrieran a votar ante reportes de poca afluencia en algunos centros electorales al inicio de la jornada. “Que vaya a su centro de votación, que ejerza el derecho al voto y con él poder hacer el verdadero cambio para el país”.

Desde la Fuerza del Pueblo se aseguró que habían detectado ciertas irregularidades como apertura tardía de algunos centros de votación o boletas marcadas, mientras los ciudadanos hacían fila para sufragar sin contratiempos.

Abelardo Ubrí Antomarche, profesor residente en una zona del este de Santo Domingo, la capital, fue uno de los primeros en votar. “El tema es que hay que votar, sea como sea, pero hay que votar porque tenemos que tener una dirección de personas, que son las que rigen el Estado y tenemos que votar por eso”, señaló.

Ernestina Durán, una jubilada del sector de la salud, dijo que sufragó con el objetivo de que el gobernante que lidere el país caribeño para los próximos cuatro años encare los problemas básicos de la población. “Hay que luchar mucho en educación, hay que luchar mucho por la salud, especialmente por la salud mental”.

Abinader, uno de los líderes más populares de la región, ha apuntalado su aceptación con controvertidas medidas para enfrentar el repunte de la migración de haitianos, ante el declive de la nación vecina por el impacto de la violencia y las pandillas acentuado desde el asesinato en 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse.

Un tema que también han abordado los otros dos candidatos opositores con promesas para controlar el flujo migratorio y mantener las deportaciones.

El mandatario y candidato a la reelección inició durante su gestión la construcción de un muro fronterizo en febrero de 2022, en un planteamiento similar al del exmandatario Donald Trump en Estados Unidos, para impedir el cruce masivo de haitianos hacia República Dominicana en una frontera de cerca de 400 kilómetros.

Pero, además, se ha negado a levantar campos de refugiados para quienes huyen de la violencia e inestabilidad en Haití y ha incrementado las deportaciones de migrantes indocumentados a más de 175.000 en el último año, según cifras del gobierno.

Esas medidas, no obstante, han cosechado también críticas desde organizaciones de derechos humanos por discriminatorias.

“Estas expulsiones colectivas son una clara violación de las obligaciones internacionales de la República Dominicana y ponen en riesgo la vida y los derechos de estas personas. Los retornos forzados a Haití deben cesar”, dijo Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, en una carta abierta al presidente de República Dominicana.

Éste, por su parte, llevó el asunto a la última Asamblea General de las Naciones Unidas y a la reunión de su Consejo de Seguridad, donde fue categórico al reclamar que la situación de Haití “no puede esperar más” y que es urgente el despliegue de una fuerza internacional para su pacificación.

Las propuestas de los candidatos sobre la situación migratoria han captado el interés de votantes como Perla Concepción, una joven secretaria de 29 años, que expresó a The Associated Press que es su principal preocupación y que la tendrá en mente el domingo cuando vaya a votar.

“Me preocupa”, reconoció esperando un cambio en los próximos cuatro años del nuevo mandato. “Vemos una masiva migración de parte de nuestros vecinos y siento que no hay un control”.

Del otro lado, están los afectados por las medidas de deportación, que no votan en las elecciones.

Deborah Dimanche, con dos años residiendo en República Dominicana, fue detenida por oficiales de migración mientras iba hacia su lugar de trabajo y fue llevada al centro de detención ubicado en Haina, desde donde sería deportada.

“Dicen que no la van a entregar, que la van a depurar y que la mandarán a Haití”, dijo a la AP el jueves su pareja Juan René, de nacionalidad dominicana, en el portón del centro suplicando por que le dejaran hablar con ella.

Jonairis Montero, que trabaja en gestión de redes sociales de 31 años, espera unas elecciones transparentes y se inclina por revalidar la gestión de Abinader. “Ha hecho un buen trabajo”, defendió.

“Creo que podemos volver a darle la oportunidad para ver qué otras cosas nuevas puede seguir ofreciendo”, insistió la mujer y mencionó que hace falta una mejora en la educación. Según dice, los gobiernos dominicanos sólo han invertido en infraestructura y no en la calidad de la enseñanza.

En las elecciones del domingo los dominicanos también elegirán a 178 diputados y 32 senadores para el Congreso Nacional por los próximos cuatro años.

Para el nuevo gobierno, también habrá retos a resolver en el plano económico, como los que mencionó el Banco Mundial en un informe de abril de este año.

“Los motores de ese excepcional crecimiento están llegando a su límite, debido al bajo crecimiento de la productividad en los últimos años, un insuficiente capital humano para atender las necesidades del sector empresarial, la ocurrencia de desastres relacionados con el cambio climático y distorsiones en mercados claves”, recogía el documento.