Ayako de Takamado es otra princesa japonesa que abandonará sus privilegios reales por casarse con un empresario que no pertenece a la nobleza, y quien es considerado por esta como un plebeyo.

Pero el caso de Ayako de Takamado no es el único. Su hermana también tuvo que renunciar en 2014 a su título por este mismo motivo.

La decisión de Ayako se dio a conocer ayer por la agencia de la familia real y confirmaron que la hija menor de la princesa Hisako y el ya fallecido príncipe Takamado, primo del emperador Akihito, se casará con Kei Moriya, un empresario de una reconocida compañía de transporte a nivel mundial.

La joven de 27 años conoció a Moriya hace menos de un año y la fecha oficial de su compromiso será el 12 de agosto. Según comentan algunas fuentes podría realizarse en el santuario Meiji Jingu de Tokio el próximo 29 de octubre.

Según indican las leyes imperiales en Japón, los miembros femeninos de la corona no tienen permitido casarse con una persona que carezca de un título de nobleza. De ser así, significa la pérdida de su status real.

Tal fue el caso, también, de la princesa Mako de Akishino, quién generó gran impacto en Japón al confirmar que se casaría con Kei Komuro, un antiguo compañero de universidad. Si bien la boda estaba prevista para noviembre, a principio de año decidieron posponerla para el 2020.

Pero con esta situación el número de la familia imperial podría bajar a 17, de los cuales solo cinco son varones y son los únicos que pueden acceder al trono. Es por este motivo que el emperador Akihito, quien dejará de serlo en abril de 2019, pidió al gobierno japonés que evaluara permitir a las princesas casarse con plebeyos sin tener que renunciar a sus títulos.