Santiago, Chile. — Las autoridades establecieron un férreo círculo de exclusión de 20 kilómetros en torno al volcán Calbuco para evitar desgracias humanas ante posibles aluviones el jueves y viernes producto de lluvias que arrastrarían miles de toneladas de cenizas.

Unas 4,500 personas fueron evacuadas tras la erupción del macizo hace una semana, que arrojó 210,000 toneladas de cenizas. Parte de éstas se acumularon en el cono y las laderas del volcán, y podrían ser arrasadas por las anunciadas lluvias, convirtiéndolas en aluviones que pueden desbordar ríos, cortar puentes, aplastar viviendas y arrastrar animales, entre otros efectos.

El miércoles el volcán mantenía una fumarola de 1,500 metros de altura, y seguía expulsando cenizas y material incandescente.

El gobernador de Los Lagos, Nofal Abud, dijo que "durante el jueves las lluvias se van a intensificar por lo que se pueden provocar lahares que pueden poner en riesgo a la población, por eso se restringe el acceso" al volcán de 2,000 metros de altura.

Advirtió que de ser necesario se evacuarán más personas.

Ante la proximidad del cierre de la zona de exclusión del volcán, los militares, policías, unos 200 universitarios y vecinos trabajan contra el tiempo para despejar de cenizas las calles de pequeñas localidades cercanas al coloso y construidas al interior de la zona de riesgo, como Ensenada, Correntoso, Alerce, El Arrayán, todas a menos de 15 kilómetros del Calbuco.

El voluntariado despejó las calles de Ensenada, y ahora trabaja en asegurarse que los ductos de agua y los cursos de los ríos cercanos estén limpios para evitar que se desborden y afecten las viviendas.

El contacto del agua con el material volcánico lo solidifica, volviéndolo una masa compacta difícil de sacar.

El gobierno también dispuso de subsidios y camiones para mover una masa importante de ganado que aún está en la zona de exclusión, donde no tienen que comer porque las praderas quedaron bajo 40 y hasta 50 centímetros de cenizas.

Orlando Oyarzo, 60 años, que trabaja para los dueños de vacunos, terneros y vaquillas, seguía el miércoles cerca de Laguna Verde, a unos cinco kilómetros del volcán aunque los camiones ya se habían llevado 71 animales a una feria contratada por el estado en Puerto Varas.

Oyarzo buscaba siete animales extraviadas que espera encontrar, "para que esté bien con mi patrona, sino va a decir, 'los vendiste*", dijo riendo a carcajadas.

Agregó que "tenemos gatos y perros, pero no los puedo sacar de aquí, dónde los llevó", se preguntó, antes de salir de la zona de exclusión.

Rodrigo Lavín, presidente de los agricultores de Llanquihue, dijo que se han organizado para visitar el área afectada y los que tienen están repartiendo comida al ganado, que no puede sobrevivir más sin alimentos.

Lavín tiene la esperanza de que "las lluvias no causen tantos estragos", como dice el Servicio de Minería y Geología, que advirtió de la ocurrencia de aluviones secundarios por las lluvias.

El Servicio Nacional de Minería y Geología en su último informe dijo que siguen las condiciones en el corto plazo para la generación de fumarolas de hasta 15 kilómetros de altura, flujos piroclásticos de moderado alcance y existe "la posibilidad de lahares a través de los cursos fluviales principales, los que pueden alcanzar los lagos Llanquihue y/o Chapo".

También advirtió que se debe mantener un franja de 200 metros de ancho a cada lado de los ríos "y en otros sectores donde hay acumulación importante"de material volcánico.

Los sectores económicos con mayores pérdidas en las zonas aledañas al volcán son los criadores de salmones, los productores de leche y ganaderos.

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