El presidente de Rusia, Vladímir Putin, admitió hoy, por primera vez, aunque renuentemente, que la guerra rusa en Ucrania afecta a la economía mundial, aunque sostuvo que los problemas surgieron mucho antes y radican sobre todo en políticas económicas “erróneas” de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

“Diré algo sobre nuestra operación: sí, ha tenido cierto impacto, pero la raíz está precisamente en su política económica errónea”, señaló Putin en la sesión plenaria del XXV Foro Económico Internacional de San Petersburgo.

Es la primera vez que Putin admite parte de la culpa, pero aun así insistió en echar balones fuera.

“El empeoramiento de la situación en la economía global no es cosa de los últimos meses. Lo que está pasando no es resultado de la operación militar especial de Rusia en el Donbás”, señaló.

“La subida de los precios hoy, la inflación, los problemas con los alimentos, el combustible, la gasolina, los problemas en el sector energético en su conjunto son el resultado de errores sistémicos en la política económica de la actual administración estadounidense y la burocracia europea. Esta es la razón y solo esta”, adujo.

Dijo que durante muchos años el G7 ha adoptado “políticas macroeconómicas irresponsables”. Estados Unidos, dijo, “imprimió, distribuyó dinero y, con ese dinero, vacían los mercados de terceros países de todos los bienes”.

Y la UE, añadió, adoptó una política energética “fallida” al apostar “ciegamente” por las fuentes renovables y suministros de gas natural al contado en lugar de contratos a largo plazo, lo que encareció los precios energéticos ya en el tercer trimestre de 2021, “mucho antes de nuestra operación en el Donbás”.

Putin también alegó que el Occidente empezó a librar un supuesto “ataque de rusofobia” y a imponer “sanciones enfermizas, locas e irreflexivas” contra Rusia, restricciones “sin precedentes por su cantidad y rapidez con la que se adoptaron”.

“El cálculo era claro: aplastar descaradamente la economía rusa de un solo golpe con la destrucción de las cadenas comerciales, la retirada forzosa de las empresas occidentales del mercado ruso, la congelación de los activos y con un ataque a la industria, las finanzas y el bienestar de los ciudadanos rusos”, señaló.

Putin dibuja una normalidad engañosa

“Por supuesto, las sanciones generan muchas dificultades para el país. Algunas empresas tienen problemas con componentes, algunas tecnologías son ya inaccesibles y las cadenas logísticas se han roto”, recalcó.

Pero ello, por otro lado, “abre nuevas oportunidades para nosotros”, dijo Putin.

A la vez aseguró que la guerra económica relámpago falló. “No funcionó. Poco a poco vamos normalizando la situación económica. Primero, estabilizamos los mercados financieros, el sistema bancario y la red comercial. Luego comenzamos a inyectar liquidez y capital circulante para mantener la estabilidad de las empresas, el empleo y los puestos de trabajo”, afirmó.

Por contra, añadió, las sanciones son una medida “de doble filo”, pues “infligen un daño comparable e incluso mayor a los mismos ideólogos y diseñadores de las mismas”.

En opinión de Putin, los políticos europeos “ya han asestado un duro golpe con sus propias manos a su economía”.

El jefe del Kremlin sostuvo que, según los expertos, “la UE perderá por su fiebre sancionadora durante el próximo año más de $400,000 millones”.

“Ese es el precio de las decisiones alejadas de la realidad y tomadas contra el sentido común”, enfatizó, al tiempo que indicó que todo ello impacta directamente en la población por la subida de los precios y las empresas, que pierden competitividad.

Putin admitió que la inflación en Rusia también se encuentra en niveles “demasiado elevados”, al estar en el 16.7%, pero sostuvo que, en algunos países de la eurozona, la inflación ya supera el 20% y en Estados Unidos la tasa es la más alta en 40 años.

Duras críticas a la UE

“Todos los intentos de poner buena cara al mal tiempo, todos los discursos sobre costes supuestamente aceptables en nombre de la pseudounidad no pueden ocultar lo principal: la UE finalmente ha perdido su soberanía política y sus élites burocráticas bailan al son de la música de otros”, sostuvo.

“Hacen todo lo que les dicen desde arriba, causando daño a su propia población y su propia economía, sus propios negocios”, agregó.

Insistió en que la UE ha sancionado a los fertilizantes rusos, mientras que EEUU hizo lo mismo pero luego levantó las restricciones al darse cuenta de que sería un error para la seguridad alimentaria.

“Su burocracia funciona como la piedra de un molino del siglo XVIII”, dijo, al tiempo que se mostró dispuesto a contribuir a equilibrar el mercado mundial de alimentos si se levantan las sanciones que dificultan la logística, los pagos internacionales y el transporte a Rusia.

Putin quiso dejar claro a Occidente que Rusia “no tomará el camino del autoaislamiento y la autarquía, aunque los amigos occidentales sueñen con eso”.

“Estamos ampliando y seguiremos ampliando la interacción con todos aquellos que quieran trabajar con nosotros y hay muchos, la gran mayoría de la población mundial”, aseguró.

“No diré nada nuevo si les digo que todos los que quieren seguir trabajando y están trabajando con Rusia están sujetos a presiones abiertas de Estados Unidos y Europa, llegando a veces incluso a amenazas directas”, aseveró.

Pero tal “chantaje” no significa nada para los países dirigidos por “líderes fuertes” que entienden claramente cuáles son los intereses de sus países y los de sus pueblos, enfatizó.