El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió este jueves de “graves consecuencias” si las potencias occidentales introducen restricciones al precio del petróleo procedente de Rusia.

El presidente subrayó que “tales acciones se contradicen con los principios que rigen las relaciones de mercado y, muy probablemente, provocarán graves consecuencias para el mercado energético global”, aseguró Putin durante una conversación telefónica con el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani.

Putin y Sudani abordaron los planes de Occidente y la labor de ambos país en el marco de las reuniones de la alianza OPEP+, que permiten garantizar la estabilidad del mercado petrolero.

Rusia advirtió en repetidas ocasiones de que no suministrará crudo a aquellos países que adopten tales limitaciones, a los que ha augurado grandes problemas para su población durante el invierno.

Además, según su Gobierno, también puede adoptar medidas de represalia como la reducción de la extracción de 530 millones de toneladas este año a 490 millones de toneladas en 2023.

Los gobiernos de la Unión Europea fueron incapaces de lograr el miércoles un acuerdo sobre el tope al precio del petróleo de Rusia que las potencias del G7 quieren imponer a Moscú como sanción por su agresión a Ucrania.

El tope al precio no afecta directamente a la UE, que ya decidió prohibir a partir del 5 de diciembre las compras de crudo ruso (salvo las del oleoducto del que se nutre Hungría), pero sí perjudicaría a los buques cargueros que transportan el petróleo de Moscú, algunos de los cuales tienen bandera griega, maltesa o chipriota.

En su momento la Agencia Internacional de la Energía (AIE) aseguró que el embargo de la Unión Europea (UE) al crudo y los derivados petroleros de Rusia aumentará la tensión en el mercado.

En cambio, añade que la propuesta de imponer un tope de precio al crudo ruso “puede aliviar las tensiones”.