Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró hoy que Rusia está gradualmente “desenganchándose” de su dependencia de los ingresos por el gas y petróleo, impactados fuertemente por las sanciones occidentales, una tendencia que, dijo, se está acelerando.

“Siempre decimos que quisiéramos desengancharnos de los ingresos de gas y petróleo. Poco a poco se acelera esta tendencia”, afirmó en la sesión plenaria del Foro Económico de San Petersburgo, que se celebra bajo el lema “el desarrollo soberano es la base de un mundo justo”.

Explicó que entre enero y mayo los ingresos no dependientes de los hidrocarburos aumentaron un 9.1%, más de lo previsto. En mayo, el porcentaje fue del 28.5%.

“Es un indicador importante de que el sector real de la economía, los sectores transformadores, el comercio y los servicios ganan velocidad”, recalcó.

Putin sostuvo que las finanzas públicas de Rusia “generalmente están equilibradas”, aunque admitió que hay “un pequeño déficit” debido al adelanto de pagos.

“Lo hicimos deliberadamente. Ciertamente necesitábamos fondos adicionales para garantizar nuestra seguridad y defensa y para adquirir armas. Lo tenemos que hacer para garantizar la soberanía de nuestro país. Es un proceso razonable”, enfatizó.

Según el Ministerio de Finanzas, Rusia superó en los primeros cuatro meses de 2023 el déficit presupuestario previsto para todo el año fiscal, al acumular un agujero de 3.4 billones de rublos ($44,987 millones o 40,979 millones de euros), especialmente por una caída del 52.3% de los ingresos por el petróleo y el gas.

Pese a ello Rusia mantiene por ahora su previsión de que el déficit será del 2% en 2023.

A juicio de Putin, “la situación macroeconómica estable se ha convertido en nuestra ventaja competitiva”.

Sostuvo que el PIB ruso aumentará en entre un 1.5% y un 2% este año, tal y como predice el Banco Central Europeo (BCE), “lo que permitirá a nuestro país -apuntó- preservar su lugar en la lista de las seis economías más grandes del mundo”.

Recalcó que en abril el PIB se incrementó un 3.3% en términos interanuales.

La economía rusa se contrajo un 1.8% en el primer trimestre frente al mismo periodo de 2022.

Putin destacó además que la inflación “está por debajo de la de muchos países de la eurozona” y se encuentra cerca del mínimo histórico con un 2.9%.

A su vez, aseguró que el desempleo se sitúa en el 3.3%, un dato, concluyó, “nunca visto en nuestra historia”.

Por otro lado, Putin afirmó que su país no ha cerrado las puertas a las empresas extranjeras, muchas de las cuales salieron del mercado ruso por las sanciones occidentales al país por la guerra en Ucrania, pero prioriza al productor nacional.

“Nosotros nunca hemos echado a nadie (...) Si (las empresas que se fueron) quieren, pueden volver”, afirmó Putin al intervenir en la sesión plenaria del 26º Foro Económico Internacional de San Petersburgo.

“Pero, priorizaremos el negocio patrio”, agregó.

En este sentido, señaló que los fabricantes occidentales que “resistieron a las presiones” y no abandonaron el mercado ruso, serán tratados como locales.

“Los que se quedaron con nosotros, trabajan y van a trabajar aquí, los consideramos productores nacionales y los trataremos igual que a los nuestros”, prometió.

El jefe del Kremlin aseguró asimismo que, tras la salida de empresas del mercado ruso, los productores nacionales comenzaron a ocupar su lugar.

“El año pasado hubo 90.000 solicitudes para registrar diversas marcas rusas”, aseguró.

El jefe del Kremlin anunció que encomendará al Gobierno apoyar de forma especial las plataformas electrónicas de comercio para incrementar las ventas de los productos nacionales.

“Aquí las perspectivas son muy buenas”, aseguró y subrayó que Rusia cuenta con ejemplos de plataformas digitales exitosas que pueden salir también a mercados de países amistosos.

Según Putin, Rusia no se ha aislado del mundo, “pese a todas las dificultades del año pasado”.

La gran mayoría de compañías occidentales renunciaron al mercado ruso en los primeros meses de la campaña militar rusa en Ucrania.