Abby y Brittany Hensel no tuvieron que hacer ningún esfuerzo para adquirir fama ni reconocimiento. Desde que nacieron, aquel 7 de marzo de 1990, las miradas de personas, especialistas y medios de comunicación se volcaron sobre ellas por una insólita razón: son gemelas siamesas bicefálicas.

Aunque los doctores no les daban mucha esperanza de vida, las hermanas llevan 33 años desafiando las probabilidades. Como consecuencia de su condición, tienen dos cabezas y dos columnas vertebrales que se unen en una misma pelvis. De allí que compartan no solo un vínculo sanguíneo, sino también hígado, vejiga, diafragma, y los sistemas reproductivo y digestivo.

Eso sí, hay una diferencia entre ambas: la altura. Mientras que Abby tiene una estatura de 5′1 metros, Brittany se queda atrás al medir 4′8, es decir, varias pulgadas menos que su hermana.

Desde que eran unas niñas, tanto Abby como Brittany tuvieron que enfrentarse a los retos propios de su afección genética. Aparte de aprender a coordinar sus movimientos, tuvieron que acostumbrarse a llegar a acuerdos en la alimentación, el vestuario y la vida social. Al fin y al cabo, estaban irremediablemente unidas.

“Definitivamente tenemos estilos diferentes. Brittany tiene un gusto más neutral y perlas y cosas así, mientras que a mí me gusta algo más divertido, brillante y colorido”, relató Abby en diálogo con ‘BBC’ algunos antes de salir del radar de los medios de comunicación.

Las siamesas nacieron y crecieron en Minnesota, Estados Unidos, bajo miradas escrutadoras y los flashes de las cámaras de los que medios que, impulsados por la fascinación y la curiosidad, buscaban contar su particular historia.

Tenían tan solo seis años cuando aparecieron en el show de Oprah Winfrey y protagonizaron la portada de numerosas revistas. Aparecieron, además, en documentales como ‘Joined for Life’ y ‘Joined at Birth’.

En vista de que realizar una cirugía de separación era demasiado riesgosa para ambas, y su madre no estaba dispuesta a someterlas a ese peligro, tuvieron que arreglárselas para sobrevivir y llevar una vida normal, al menos lo más que se pudiese. De acuerdo con Nancy Oltrogge, cuidadora de las hermanas, aprendieron a caminar a los 15 meses y lo hicieron sin ayuda de nadie.

“Nadie enseñó a las niñas qué pie tenían que mover primero. Sabían cómo tenían que hacerlo. Sólo teníamos que asegurarnos de vigilarlas porque su parte superior era un poco pesada y podían caerse”, dijo a ‘The New York Times’ Oltrogge en su momento.

En 2008, Abby y Brittany se graduaron de la escuela local Mayer Lutheran High School, en donde tuvieron sus primeras interacciones con niños de su edad. Y, justo después, empezó su vida profesional en la Universidad de Bethel en Arden Hills, Minnesota.

¿A qué se dedican Abby y Brittany actualmente?

Más allá de su condición genética, Abby y Brittany no fueron diferentes al resto de jóvenes de su edad. Anteponiéndose al hecho de que comparten cuerpo, aprendieron a conducir, tocar el piano y a hacer deporte. Sin dejar a un lado las salidas con sus amigos y las visitas al cine.

Cuando eran niñas, cada una tenía sus propias aspiraciones profesionales. Sin embargo, fue solo llegar a la adolescencia para que sus caminos se unieran y ambas, impulsadas por la pasión, decidieron estudiar docencia.

El documental de ‘TLC’, que solamente duró una temporada, registró su paso por la etapa universitaria, pero también la finalización de sus estudios: las siamesas se graduaron como docentes de primaria con énfasis en matemáticas en el año 2012. La universidad elegida fue la de Bethel, allí mismo en Minnesota.

Una vez obtuvieron el título, comenzaron a trabajar en una escuela local como profesoras de niños de quinto grado, así lo dejaron ver en ‘Naked Stories’. No obstante, luego de eso, a las gemelas se les perdió el rastro y, en su lugar, comenzarón las especulaciones.

Para el 2013, una década atrás, Abby y Brittany recibían un solo salario por su labor, teniendo en cuenta que cumplían las funciones de un solo docente. Aún así, su meta a futuro era poder crecer profesionalmente y, en consecuencia, recibir un poco más de remuneración.

“En la medida que adquiramos más experiencia nos gustaría negociar un poco más, tomando en cuenta que tenemos dos títulos y que podemos ofrecer dos perspectivas diferentes o enseñar de dos formas distintas”, contó Abby a ‘BBC’.

El entonces director de la institución, elogió la labor de las siamesas, en tanto se habían convertido en un ejemplo para los niños, no solo a nivel académico, sino también a nivel personal con su actitud positiva ante la vida y su capacidad para anteponerse a los retos propios de su condición genética.

“No creo que haya algo que ellas no puedan lograr si realmente quieren hacerlo. Ofrecer eso a los niños, especialmente a los que están luchando, es muy especial. Es aprender de un ejemplo de vida”, señaló Paul Good, entonces director de la escuela local.

Actualmente, Abby y Brittany Hensel siguen dedicándose a la docencia en el Sunnyside Elementary en New Brighton, Minnesota. De acuerdo con la página oficial de la institución privada, dan clases a alumnos de quinto grado, tal y como lo hacían una década atrás.

Cuando se trata de su vida privada, las gemelas siempre se han mostrado muy reservadas. Tiempo atrás surgió el rumor de que habían contraído matrimonio. Sin embargo, esto no ha podido comprobarse. Lo que sí es cierto es que, en algún momento de sus vidas, ambas mostraron interés por tener citas, llegar al altar y, por qué no, tener hijos.