Con la llegada de León XIV, el Vaticano vuelve a tener un representante que evoca a san León Magno, uno de los papas más importantes de la historia de la Iglesia, asociado con la fortaleza doctrinal y la defensa de la fe. El último pontífice en honrarlo fue en 1878, cuando Vicenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci fue elegido como nuevo papa y adoptó el nombre de León XIII.

Fue el pontífice más longevo de la historia y el primero en ser filmado por una cámara. León XIII se mantuvo como sumo pontífice durante 25 años, del 20 de febrero de 1878 al 20 de julio de 1903. Autor de la Oración a San Miguel, publicó once encíclicas, entre las que destaca Rerum Novarum, considerada fundacional de la doctrina social de la Iglesia.

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El papa promovía la devoción mariana, especialmente a través del rezo del Rosario. Según el Instituto León XIII, consideraba esta práctica un antídoto contra los ataques del diablo a la Iglesia, la familia y la sociedad. En 1887, afirmaban que “previó muchos males sociales que surgirían como resultado de filosofías erróneas”.

La encíclica Rerum Novarum abordó la “cuestión obrera” en el contexto de la Revolución Industrial y defendió los derechos de los trabajadores. En ella, León XIII reconocía los profundos cambios sociales y económicos de su tiempo y criticaba tanto el individualismo liberal como el abandono del trabajador por parte del Estado y la sociedad: “El tiempo fue insensiblemente entregando a los obreros, aislados e indefensos, a la inhumanidad de los empresarios y a la desenfrenada codicia de los competidores”.

Su elección resulta una novedad: es un cardenal joven y el primer papa proveniente de Estados Unidos.

Aun así, también rechazó la abolición de la propiedad privada propuesta por el socialismo, al considerarla “un derecho natural del hombre”.

“El fruto del trabajo pertenece a quien lo produce. Si por medio del trabajo el hombre adquiere bienes, esos bienes son, por derecho natural, suyos”, agregó.

León XIII llamó a una colaboración armónica entre obreros y empleadores. Los trabajadores debían cumplir con sus deberes de “obediencia, fidelidad y cumplimiento del trabajo”, mientras que los patronos tenían la responsabilidad de respetar “la dignidad del trabajador”. También defendió el derecho a un salario digno que “le permita llevar una vida digna y decorosa”, y denunció: “Es injusto y vergonzoso medir el salario por la ley del mercado”.

Uno de los puntos más revolucionarios de su encíclica fue su defensa del derecho de los trabajadores a organizarse y el restablecimiento de asociaciones de inspiración cristiana: “Es evidente que los obreros tienen derecho a asociarse para defender sus intereses. (...) Sería muy deseable el restablecimiento, en forma adecuada a nuestros tiempos, de las corporaciones de artes y oficios”.

Primer papa captado por una cámara

León XIII, nacido en 1810, fue grabado en 1896 a los 86 años. Es considerado la persona más antigua jamás filmada. El encargado de grabarlo fue William Kennedy Laurie Dickson, uno de los padres del cine.

La película consta de tres partes: el papa en un trono en los jardines del Vaticano, su llegada en un carruaje tirado por caballos y su imagen sentado en un banco rodeado por sus asistentes. En el video se observa cómo el pontífice se acerca, con la clásica vestimenta papal y un sombrero blanco, se sienta, sonríe y levanta su brazo derecho para bendecir a la cámara.

El Museo del Vaticano explicó que estas grabaciones tienen un valor histórico considerable, al representar el primer encuentro entre la Iglesia y el cine. Señalaron un paralelo entre León XIII y el papa Francisco, antecesor de Prevost: “Ambos pontífices celebraban lo audiovisual como un medio para abrazar la novedad y marcar el comienzo de un cambio transformador en la perspectiva de la Iglesia”.

La fascinación de León XIII por el cine tenía raíces profundas. Cuando aún era arzobispo de Perugia, escribió un poema dedicado al arte fotográfico. Ya como papa, incluyó una representación de este arte en un fresco dedicado a las bellas artes de la religión.