Relata cómo uno de sus testículos quedó pillado mientras se duchaba
Alertando a las personas que tuvieran la misma silla en sus casas, un fotógrafo relató en redes sociales los preocupantes minutos que vivió al "atorarse" en dicho mueble.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Una piso rojo con coquetos agujeros se convirtió en la pesadilla de muchos hombres la semana pasada, cuando un fotógrafo noruego relató en Facebook los minutos de terror que vivió al utilizar la silla para sentarse, mientras se duchaba.
Utilizando mucho humor de por medio, Claus Jørstad y su historia de terror se viralizaron la semana pasada, cuando escribió en el perfil noruego de Ikea –la empresa de muebles sueca-, lo que le pasó por sentarse en la silla adquirida en la tienda, mientras se daba una ducha caliente.
“Ustedes son suecos, y sé que no les gustan las descripciones directas de los genitales, así que los llamaré ‘el capitán y sus marineros’”, escribió Jørstad, antes de relatar el percance.
Según indicó, al estar sentado, uno de los “marineros” se deslizó por un agujero del banquito rojo. Y no le prestó mayor atención a ese hecho, hasta que el agua caliente de la ducha provocó la expansión del “grumete”, impidiendo que Jørstad pudiera ponerse de pie.
Siguiendo con su relato, el fotógrafo explicó que el agua caliente “se acabó” y comenzó a salir “tan fría como la sonrisa de mi suegra cuando me casé con su hija”. Solo entonces, el “marinero” cautivo recuperó su libertad.
Y pese a que el noruego comentó luego a un medio de su país que exageró un poco su relato para dar cuenta de los peligros que tendría el utilizar ese piso en la ducha, la empresa igualmente le respondió, aconsejándole que no usara precisamente esa silla para sus rutinas de higiene, o bien, que la próxima vez que su tripulación se aventurara mar adentro, vistiera con el uniforme adecuado a los miembros de la embarcación.
Jørstad siguió su propio instinto marino y solucionó el tema así: