La cerveza fluía el sábado y millones de personas visitaban Múnich, la capital de Baviera, para celebrar el inicio oficial del Oktoberfest.

Con el tradicional grito de “O’zapft is” — “Está abierto” — el alcalde, Dieter Reiter, abrió el grifo del primer barril de cerveza a mediodía del sábado, inaugurando los 18 días de fiesta.

Los asistentes, ataviados con trajes típicos — lederhosen para ellos y dirndl para ellas —, llenaron las docenas de puestos del recinto del festival a la espera de su primera jarra de cerveza de un litro (2 pintas).

Minutos antes de la apertura del primer barril, el gobernador de Baviera, Markus Soeder, preguntó a los asistentes si estaban preparados para el Oktoberfest.

“Sólo puedo decir una cosa: esta es la fiesta más bonita, más grande y más importante del mundo”, declaró.

El Oktoberfest suele atraer a unos 6 millones de visitantes al año. Se suspendió en 2020 y 2021 debido la pandemia del COVID-19, pero volvió a celebrarse en 2022.

Este año, una jarra de un litro de cerveza cuesta entre 12.60 y 14.90 euros (entre 13.45 y 15.90 dólares), cerca de un 6% más que el año pasado.

La 188va edificio del Oktoberfest termina el 3 de octubre.