Las autoridades de Israel criticaron duramente el domingo la esperada decisión de Estados Unidos de imponer sanciones a una unidad de soldados ultraortodoxos del ejército israelí.

La medida, que se espera para el lunes, será la primera vez que Estados Unidos impone sanciones a una unidad dentro del ejército israelí y complica aún más las relaciones entre los dos aliados, que se han tornado cada vez más tensas durante la guerra de Israel en Gaza.

Si bien las autoridades estadounidenses se negaron a nombrar la unidad sancionada, líderes y medios israelíes la identificaron como Netzah Yehuda, un batallón de infantería fundado hace aproximadamente 25 años para incorporar hombres ultraortodoxos al ejército. Muchos religiosos reciben exenciones de lo que se supone es un servicio militar obligatorio.

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El batallón Netzah Yehuda (Judea por Siempre), ha tenido históricamente su base en la Cisjordania ocupada y algunos de sus integrantes han sido vinculados a abusos contra los palestinos. Constituye solamente una pequeña parte de la presencia militar de Israel en el territorio

Las autoridades israelíes condenaron la decisión como injusta, especialmente en un momento en que Israel está en guerra, y prometieron oponerse a ella.

“Si alguien cree que puede imponer sanciones a una unidad de las FDI, lo combatiré con todas mis fuerzas”, afirmó el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre la medida contra las Fuerzas de Defensa de Israel.

La unidad fue objeto de fuertes críticas estadounidenses en 2022 luego que un anciano palestino-estadounidense fuera hallado muerto poco tras ser detenido en un punto de revisión de Cisjordania.

Una autopsia palestina reveló que Omar Assad, de 78 años, tenía problemas de salud subyacentes, pero había sufrido un ataque cardíaco causado por “violencia externa”.

Detalló que los médicos encontraron moretones en su cabeza, enrojecimiento en sus muñecas por estar atado y sangrado en sus párpados por tener los ojos fuertemente vendados. Una investigación militar concluyó que los soldados israelíes supusieron que Assad estaba dormido cuando cortaron los cables que le ataban las manos. No le brindaron ayuda médica al ver que no respondía y abandonaron el lugar sin comprobar si estaba vivo.

Assad vivió en Estados Unidos durante cuatro décadas. Luego de una protesta del gobierno de Estados Unidos, el ejército israelí se limitó a indicar que el incidente “fue un evento grave y desafortunado, resultado de un fracaso moral y una mala toma de decisiones por parte de los soldados”. Añadió que un oficial fue reprendido y otros dos fueron reasignados a roles no dominantes a raíz del incidente.

Pero el ejército decidió no iniciar un proceso penal, argumentando que los investigadores militares no podían vincular directamente sus acciones con la muerte del ciudadano estadounidense.

Grupos de derechos humanos han subrayado desde hace mucho tiempo que Israel rara vez obliga a los soldados a rendir cuentas por las muertes de palestinos.

En un comunicado emitido el domingo, el ejército señaló que sus soldados de Netzah Yehuda “participan actualmente en el esfuerzo bélico en la Franja de Gaza”.

“El batallón lleva a cabo operaciones de manera profesional y valiente de acuerdo con el Código de Ética de las FDI y con pleno compromiso con el derecho internacional”, dijo. Aseveró que si la unidad es sancionada, “se revisarán sus consecuencias”.