Roma. Un gigantesco sumidero que se abrió el viernes en el estacionamiento de un hospital en Nápoles, Italia, obligó a cerrar temporariamente una residencia cercana para enfermos convalecientes de COVID-19 debido a la interrupción de los servicios.

El hecho no afectó al Hospital del Mar, y según los bomberos aparentemente no hubo heridos. Tres automóviles se hundieron en el sumidero.

El distrito hospitalario local dijo que el sumidero de 20 metros (65 pies) de profundidad y 2,000 metros cuadrados de amplitud se abrió al amanecer. El jefe de bomberos Ennio Aquilino dijo a la televisora SkyTG 24 que la causa pudo ser una infiltración de agua subterránea como resultado de lluvias intensas recientes.

Las seis personas que convalecían en la residencia fueron trasladadas a otras instalaciones. La residencia reabrirá en los próximos días, una vez restaurados los servicios de electricidad y agua.