Las aguas del río Nilo sorprendieron al mundo al teñirse de rojo en un evento que atrajo la atención de residentes locales y expertos por igual.

Siendo el río más largo de África, que atraviesa y conecta diez países, incluyendo Burundi, Ruanda, Tanzania, Uganda, Kenia, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Sudán, Egipto y Etiopía, el repentino color rojo del agua generó temor entre los habitantes de estas naciones, quienes se vieron impactados al presenciar las aguas teñidas de rojo.

¿Qué dicen los expertos?

Los expertos en asuntos marítimos observaron detenidamente los acontecimientos y concluyeron que la proliferación de algas rojas desempeñó un papel fundamental en el cambio de color del agua.

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Estas plantas, que contienen toxinas en sus organismos, pueden representar un peligro para la vida silvestre en la zona e incluso envenenarla. Estas algas rojas se encuentran comúnmente en ríos y mares profundos, ya que sus pigmentos dependen de la luz solar que penetra en el agua. Cuando estos pigmentos absorben la luz azul y reflejan la luz roja, el agua adquiere su característico tono rojizo.

Para obtener más información sobre este fenómeno, ‘Ecuavisa’ se puso en contacto con la bióloga Cindy Fernández García, quien trabaja en el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología en Costa Rica, especializado en el estudio de los ecosistemas acuáticos continentales.

La bióloga explicó que este fenómeno es “principalmente causado por dos grupos de microalgas: diatomeas y dinoflagelados” y añadió: “Estos microorganismos son una parte fundamental del fitoplancton, que constituye el alimento principal de muchas especies marinas”.

Estallan las redes sociales

Tras este inusual suceso, las redes sociales se llenaron de imágenes y videos virales que despertaron la curiosidad de la gente y llevaron a la especulación sobre las posibles causas detrás de este cambio en el río Nilo.

Algunos comenzaron a evocar pasajes bíblicos que hablan de plagas que convirtieron las aguas del Nilo en sangre.

Haciendo referencia al capítulo 7 del Éxodo en el texto sagrado, se citó el versículo 17, en el cual Moisés, el profeta del judaísmo, golpeó el río Nilo con su bastón, convirtiendo el agua en sangre. “Así ha dicho Jehová: ‘En esto conocerás que yo soy Jehová: He aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre’”, reza el versículo.

El mismo texto, en el versículo 21, relata cómo los peces del río murieron y el agua se corrompió hasta el punto de que los egipcios no podían beber de él, inundándose la tierra de Egipto de sangre.