SEÚL, Corea del Sur. Un soldado estadounidense que enfrentaba medidas disciplinarias huyó a través de la frontera de Corea del Sur a Corea del Norte, dijeron funcionarios estadounidenses el martes. Es el primer estadounidense detenido en Corea del Norte en los últimos cinco años.

Dos funcionarios estadounidenses dijeron que el detenido era el soldado raso Travis King, que acababa de salir en libertad de una cárcel surcoreana donde lo habían encerrado bajo acusaciones de asalto y enfrentaba nuevas medidas disciplinarias en Estados Unidos.

King, de poco más de 20 años, fue llevado al aeropuerto para su traslado a la base de Fort Bliss, Texas, pero en lugar de subir al avión escapó y se unió a un grupo de turistas que fueron a recorrer la aldea fronteriza de Panmunjom. Desde allí cruzó corriendo la frontera, dijeron los funcionarios, que hablaron bajo la condición de anonimato al adelantarse al anuncio oficial.

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En una conferencia de prensa en el Pentágono, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, no nombró a King, pero confirmó que un soldado estadounidense probablemente estaba preso en Corea del Norte.

“Estamos monitoreando estrechamente e investigando la situación y buscamos notificar a su familia inmediata”, dijo Austin, y acotó que su mayor preocupación era el bienestar de la tropa. “Esto se desarrollará en los próximos días y horas, y los mantendremos informados”.

Se desconocían de inmediato los detalles sobre King, tales como su pueblo de origen y las acusaciones adicionales que enfrentaba. Tampoco estaba claro cómo logró salir del aeropuerto estando custodiado.

El Comando de la ONU a cargo de Estados Unidos dijo que se cree está preso en Corea del Norte. El comando busca resolver el incidente en colaboración con su contraparte norcoreana. La prensa estatal norcoreana no informó de inmediato sobre el incidente.

Son pocos los casos de surcoreanos o estadounidenses que huyen a Corea del Norte. A la inversa, más de 30.000 norcoreanos han huido al sur para escapar de la opresión política y las penurias económicas desde el fin de la Guerra de Corea de 1950-53.

Panmunjom, dentro de la Zona Desmilitarizada de 248 kilómetros (154 millas) de largo, se encuentra bajo administración conjunta del Comando de la ONU y Corea del Norte desde su creación al final de la guerra. Ocasionalmente se han producido tiroteos y derramamiento de sangre, pero también ha sido sede de negociaciones y es un destino turístico concurrido.

Conocida por las casetas azules sobre las planchas de hormigón que conforman la línea de demarcación, Panmunjom atrae visitantes de ambas partes, interesados en conocer la última frontera de la Guerra Fría. La aldea no tiene habitantes civiles. En el pasado, soldados del Norte y el Sur se han enfrentado a pocos metros de distancia.

Los tours al lado sur de la aldea atraían a unos 100.000 visitantes anuales antes de la pandemia de coronavirus, hasta que Corea del Sur limitó las visitas para evitar la transmisión del COVID-19. Los tours se reanudaron plenamente el año pasado. Durante un breve período en que el Norte y el Sur mantuvieron relaciones en 2018, ingenieros de ambos ejércitos realizaron el desminado y los dos países prometieron convertir la aldea en una “zona de paz” en la que turistas de ambas partes pudieran moverse con mayor libertad.

Panmunjom es también el lugar donde se firmó el armisticio que puso fin a la Guerra de las Coreas. El armisticio aún no ha sido reemplazado por un tratado de paz, por lo que la península se encuentra técnicamente en estado de guerra. Estados Unidos mantiene unos 28.000 efectivos militares en Corea del Sur.