Los incendios forestales en España, al parecer provocados, han quemado casi 1.000 hectáreas de bosque en el noroeste del país durante dos días, aunque se espera que las lluvias den un respiro a los equipos de extinción.

Dos incendios activos seguían fuera de control el martes en una zona montañosa accidentada de Galicia, dijeron las autoridades. Las llamas se han acercado a zonas pobladas y han obligado al cierre de carreteras.

Una brigada de 63 soldados de la unidad de emergencia del Ejército fue enviada el lunes para apoyar a los bomberos en tierra, cuatro helicópteros y cuatro aviones anfibios.

Los soldados extendieron mangueras que a veces se extendían más de un kilómetro (media milla) por los barrancos.

José González, ministro de áreas rurales de la región, dijo que el fuego comenzó el domingo por la noche y después de la puesta del sol, cuando no había posibilidad de ignición natural. Comenzó con una clara intención en varios lugares simultáneos en ambos lados de un río, dijo.

Sabían que iban a causar mucho daño, agregó el ministro, según la agencia de noticias española EFE, y destacó que las altas temperaturas, los fuertes vientos y los altos niveles de humedad del aire hacen muy complicado apagar las llamas.

La agencia de pronóstico del tiempo de España, AEMET, dijo que se esperaban lluvias en la zona.