Bangkok. Sexo, placer, pasión y lujuria son los protagonistas del primer festival erótico de Bangkok, que se propone “romper tabúes” a través de la literatura y del arte y busca dar el primer paso para una “conversación abierta” sobre la libertad sexual en Tailandia.

“Es muy difícil para los tailandeses hablar abiertamente sobre sexo, deseo o nuestros impulsos sexuales”, entonces “creamos el festival para abordar esos temas en un ambiente seguro, mezclando literatura, exposiciones, charlas y películas”, dijo Vicky Wichta, una de las organizadoras del evento.

Se trata del primer festival de esta clase en Tailandia, que suele ser conocida como un país abierto y tolerante con respecto a la diversidad, sexualidad y deleites carnales.

Sin embargo, según Vicky, ésta sería una visión “equivocada”, ampliamente explorada en el exterior con el objetivo de atraer turistas, pero que choca con las normas de la tradicional y estricta sociedad tailandesa.

“Existe un gran contraste, porque ves a trabajadoras sexuales en las calles, en todas partes, pero aún actuamos como si estas mujeres no estuvieran allí, simplemente fingimos que no existen”, señaló.

“Los tailandeses realmente no nos expresamos verbalmente, no revelamos lo que queremos directamente, hay que leer entre líneas, analizar el lenguaje corporal”, entonces “esperamos que el festival ayude a la gente a abrazar esos temas”, completó.

En un primer intento de romper el tabú y acercar el sexo a la cotidianidad tailandesa, el centro cultural Doc Club and Pub de Bangkok acogerá hasta el próximo domingo esta cita que mezcla arte, cultura, educación y, por supuesto, mucho placer.

A través de un viaje multisensorial, los espectadores podrán liberar toda su curiosidad a través de obras de arte eróticas, libros lascivos, películas sensuales y charlas provocativas, ya sea con expertos, historiadores o creadores de contenido sexual.

Asimismo, se llevarán a cabo talleres sobre la escritura y el arte eróticos, donde los asistentes se aventurarán por el mundo de la literatura del deseo o del diseño al dibujar modelos desnudas.

Los visitantes también podrán conocer, e incluso comprar, un variado rango de libros eróticos, que van desde clásicos como “La filosofía en el tocador”, del Marqués de Sadé, hasta las novelas más recientes como “Chungking Sexpress”, del tailandés Anusorn Tipayanon, pasando por controvertidos títulos como “Tropic of Cancer” de Henry Miller.

Ya entre las charlas brindadas al público durante los tres días de festival figuran temáticas como la historia de la pornografía en Tailandia, el bosquejo del deseo o “la literatura prohibida” del siglo debido a su contenido sexual.

Pero la tarea de construir del cero un festival erótico en Tailandia, en lo que supone la primera cita de este tipo también en todo el sudeste asiático, no ha sido simple, ya que la búsqueda por el equilibrio es “una línea muy fina”.

“Si bien el sexo es un tema popular, también es un asunto muy delicado, especialmente aquí en Tailandia. Es una línea muy fina y si la cruzas vas a tener problemas y puedes encontrarte con reacciones violentas”, sostuvo Vicky.

Así, los organizadores se inspiraron en otros festivales similares celebrados alrededor del mundo, como en Estados Unidos, Francia, Alemania o Inglaterra, pero tuvieron que “hacer ajustes y adaptaciones para que las actividades se encajaran al público tailandés”.

Pese a ello, la sesión de apertura se mostró todo un éxito, con decenas de personas llenando las filas del cine de ese centro cultural independiente para acompañar la proyección de “The Piano Teacher” (2001), que narra la ardiente pasión entre un joven y su profesora, quien lo arrastra a un mundo de tórridos deseos.

“Me encantó el lugar, las exposiciones están muy bien, hay buenas opciones de películas. Me gusta el hecho de que Tailandia se está abriendo más y más para el sexo”, afirmó a Efe Anat Nimni, de 44 años.