Jerusalén. Las tensiones en Jerusalén provocaron el sábado la peor ronda de violencia transfronteriza entre Israel y Franja de Gaza en meses. Insurgentes palestinos lanzaron al menos 30 proyectiles e Israel respondió atacando objetivos operados por Hamas, el grupo que gobierna el territorio.

Las escaramuzas se incrementaron en los últimos días en Jerusalén, una pieza clave en el conflicto árabe-israelí y que alberga lugares sagrados para judíos, cristianos y musulmanes. Los residentes se prepararon para posibles disturbios luego de que la policía reforzó la seguridad y la embajada de Estados Unidos hizo un llamado a la calma.

La policía de Israel reportó en la víspera que 44 personas fueron detenidas y 20 agentes resultaron heridos en una noche de caos en Jerusalén, donde las fuerzas de seguridad se enfrentaron tanto a palestinos molestos por las restricciones durante el Ramadán como a extremistas judíos que celebraron una marcha antiárabe cerca.

Esos incidentes avivaron las tensiones en Gaza. El brazo armado de Hamas advirtió a Israel que “no ponga a prueba” su paciencia e insurgentes en el enclave palestino empezaron a disparar proyectiles hacia el sur de Israel el viernes en la noche y continuaron el sábado por la mañana.

El ejército de Israel dijo que sus aviones y tanques alcanzaron lanzacohetes e infraestructuras subterráneas de Hamas no especificadas. El grupo insurgente no se atribuyó la autoría de los ataques, pero una pequeña formación militar afiliada al izquierdista Frente Popular para la Liberación de Palestina reclamó haber lanzado algunos de los misiles.

Las sirenas que alertan del lanzamiento de cohetes desde Gaza seguían sonando en el sur de Israel. Las defensas aéreas interceptaron parte de los proyectiles. No se reportaron heridos en ninguno de los dos bandos.

Al amanecer, cientos de personas desafiaron el toque de queda nocturno impuesto por Hamas para frenar la propagación del coronavirus y salieron a las calles en un acto de solidaridad con los palestinos en Jerusalén, y quemaron neumáticos.

Se temía que la violencia pudiese reavivarse tras las oraciones del viernes a mediodía en la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar sagrado del islam en Jerusalén, pero miles de fieles se dispersaron pacíficamente luego de que los líderes religiosos pidieron moderación

Por la noche, docenas de palestinos marcharon hacia la entrada a la amurallada Ciudad Vieja de Jerusalén y se enfrentaron a la policía, que dijo que los inconformes arrojaron piedras y otros elementos a los agentes. Seis palestinos resultaron heridos y dos fueron hospitalizados.

Los palestinos se han enfrentado a la policía israelí todas las noches desde el inicio del Ramadán, el mes sagrado del islam. Las tensiones comenzaron cuando las autoridades colocaron barricadas en el exterior de la Puerta de Damasco, en la Ciudad Vieja, donde los musulmanes suelen reunirse para pasar la noche tras el ayuno diurno.