Una mujer que acababa de dar a luz, murió trágicamente domingo al ser partida en dos por el elevador del hospital.

La tragedia ocurrió en el hospital de Valme, en Sevilla, Andalucía.

La mujer identificada por las autoridades españolas como Rocío Cortés Núñez, de 25 años, estaba siendo trasladada en una camilla después de que le realizaran una cesárea.

Medios españoles informaron que  cuando la mujer fue introducida en el ascensor, el dispositivo de control de cierre de las puertas falló y el elevador subió cuando la camilla todavía no había entrado por completo. Esto provocó que la víctima muriera en el acto ya que la máquina la partió por la mitad.

Se informó que los bomberos tuvieron que trabajar durante dos horas para recuperar el cuerpo.

"Veníamos por una felicidad y nos han quitado una vida", dijo, entre lágrimas Fernando, uno de los siete hermanos de Cortés Núñez.

"Estoy hecho un trapo", afirmó el esposo de la víctima, José Gaspar. "Esto no puede quedar así. Hoy ha sido Rocío pero mañana puede ser otra persona", explicó al diario ABC Sevilla

El padre de Rocío, Juan Manuel Cortes, se enteró de la tragedia cuando acudió a ver a su nieta recién nacida.

"¡Me la han matado! ¡A mi hija me la han matado!", gritó, a la prensa española.

“Mataron a mi hermosa hija, la alegría de mi vida y dejaron a tres niñas sin su madre", seguía grutando.

Esta era la tercera criatura de la víctima. Las otras dos hijas, Carmen y Rocío, tienen cinco y cuatro años.

La recién nacida se salvó porque después del nacimiento fue trasladada a la UCI neonatal del hospital Virgen del Rocío, debido a una cardiopatía que padece.