Londres. Un tribunal británico decidió este lunes permitir al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que recurra ante el Supremo su extradición a Estados Unidos para ser juzgado allí por 18 delitos de espionaje e intrusión informática.

El dictamen del Tribunal Superior da un plazo de 14 días para que Assange eleve su caso al Supremo, que deberá decidir si lo admite o no.

Los jueces del Tribunal Superior Ian Burnett y Tim Holroyde, que el pasado 10 de diciembre autorizaron la entrega del activista al dar por bueno un recurso de EE.UU. en un proceso de apelación, reconocen en su fallo de hoy que hay un aspecto legal que puede merecer ser examinado por el Supremo, máxima instancia judicial británica.

De admitir el caso, esta corte tendría que analizar si es admisible que Washington presentara durante el proceso de apelación el pasado octubre, y no en el juicio inicial de primera instancia en enero de 2021, sus garantías sobre el tratamiento que recibirá el australiano en suelo estadounidense.

En su breve dictamen de hoy, los jueces consideran que el recurso de Assange debería ser denegado, pero dado que el Supremo nunca se ha pronunciado sobre este punto legal en concreto, dejan en sus manos decidir si quiere examinarlo.

La defensa del fundador de WikiLeaks ya se quejó en octubre de que Estados Unidos había presentado “fuera de tiempo” las salvaguardas para proteger a su cliente.

El pasado 10 de diciembre, el Tribunal Superior dio la razón a Washington al aceptar su recurso contra el fallo de enero de la jueza Vanessa Baraitser, quien había denegado la extradición de Assange al considerar que presenta riesgo de suicidio .

Burnett y Holroyde señalaron en ese momento que, antes de pronunciar su dictamen, Baraitser debió haber informado a la Justicia estadounidense de sus intenciones, para que ya entonces pudiera presentar garantías sobre el régimen penitenciario que se aplicaría al acusado a fin de minimizar los riesgos para su salud.

Los jueces agregaron que, en todo caso, las garantías presentadas a posteriori ante el Tribunal de Apelación “son suficientes” y por tanto autorizaban la entrega del periodista.

Durante el juicio del 27 y el 28 de octubre, el fiscal James Lewis, en representación de EE.UU., garantizó que si es extraditado Assange no será sometido a “medidas administrativas especiales” (SAM, en inglés) como tener vetadas las visitas o la correspondencia, ni ingresaría en la cárcel ADX Florence -de máxima seguridad- en Colorado, a no ser que posteriormente hiciera algo para merecerlo.

Además, Washington se comprometió a que, mientras esté bajo custodia, el programador informático recibiría el tratamiento psicológico adecuado y, en caso de condena, podría cumplirla en su país natal de Australia.

La defensa sostuvo que estas garantías son “insuficientes” y “nada impide” que Estados Unidos las revoque.