La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad, aseguró este lunes que su Administración trabaja “firmemente” para mantener a los trinitenses “seguros” tras una alerta de EE.UU. que instó a los habitantes en el territorio a mantenerse alejados de las instalaciones estadounidenses.

“Reconozco que hay cierta ansiedad en este momento, pero quiero asegurarle a todos que mi Gobierno y yo hemos estado trabajando callada, consistente y firme a través de cualquier canal disponible para mantenerlos seguros”, dijo Persad en un comunicado publicado en la cuenta de Facebook del partido Congreso Nacional Unido.

“Todos estamos de acuerdo en que existe un alza inaceptable en la violencia que ha tocado todos los rincones de nuestra sociedad”, agregó.

Las declaraciones de Persad provienen un par de días después de que el Servicio de Policía de Trinidad y Tobago (TTPS, en inglés) reforzara la seguridad en todo el país para proteger a la población, tras la alerta de la Embajada estadounidense.

En un comunicado, la embajada aconsejó a los ciudadanos estadounidenses que evitaran visitar cualquiera de sus instalaciones en Trinidad y Tobago por “un estado de alerta elevado” durante el pasado fin de semana.

También urgió a los ciudadanos a permanecer atentos a su entorno, seguir fuentes de noticias fiables e informar de cualquier actividad sospechosa a las autoridades locales.

Trinidad y Tobago también se encuentra como punto de conflicto entre Estados Unidos y Venezuela, pues el Ejército estadounidense ha desplegado militares para atacar a presuntos narcotraficantes que zarpan desde Venezuela hacia el Caribe.

La semana pasada, Estados Unidos anunció que atacó una embarcación en la que viajaban seis personas, incluyendo dos presuntos narcotraficantes trinitenses, en aguas internacionales cerca de Venezuela.

Uno de esos trinitenses fue identificado como Chad ‘Charpo’ Joseph, a quien su madre, Lenore Burnley, contó que su hijo le notificó el día 13 que estaba de camino a casa, tras haber estado con unos amigos en Colombia, a donde fue en busca de trabajo.

Burnley confirmó que su hijo había sido detenido anteriormente por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, acusado por poseer sustancias controladas y se espera que se celebre el juicio en noviembre.

Por su parte, el embajador de Venezuela en Trinidad y Tobago, Álvaro Sánchez, hizo un llamado esta semana a los países caribeños a oponerse a lo que describió como “una creciente militarización de la región” que tiene a su Gobierno “profundamente preocupado”.

Washington ha desplegado al menos ocho buques de guerra en la región y un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, así como más de 4,500 soldados, como parte de una operación en el mar Caribe.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su parte, acusa al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de liderar el Cartel de los Soles, algo que Caracas rechaza y denuncia una campaña de intimidación por parte de Estados Unidos.