La marcha del Orgullo de Budapest, que pese a estar prohibida reunió el sábado a unas 200,000 personas, fue “ordenada desde Bruselas” e incluyó eventos “repugnantes y vergonzosos”, afirmó este domingo el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán.

En un mensaje en un grupo de Facebook cerrado, el mandatario agregó que en el evento hubo acontecimientos “repugnantes y vergonzosos, como un espectáculo de drag queens en el escenario, hombres con tacones altos, folletos sobre terapia hormonal”, informó el portal de noticias 444.hu.

El Gobierno de Orbán impulsó este año una serie de reformas legales para prohibir la Marcha del Orgullo, un veto que fue burlado por el alcalde de Budapest, el ecologista Gergely Karácsony, quien convocó una marcha alternativa como evento municipal, que no requiere autorización previa.

Las enmiendas legales justificaron la prohibición aludiendo a que éstas ponen en peligro el desarrollo “adecuado” de los menores de edad.

Los críticos internos y externos denunciaron que más allá de significar nuevas medidas contra la comunidad LGTBI por parte del Gobierno de Orbán, también limitan los derechos fundamentales, como el de libertad de reunión.

Las autoridades afirmaron antes de la Marcha que el evento fue prohibido y el propio Orbán advirtió que los que participan deberán enfrentar las consecuencias legales, como multas de hasta 500 euros.

Pese a la prohibición, unas 200,000 personas se unieron a la marcha -según los organizadores- en un ambiente pacífico y sin mayores incidentes.

La prensa local señaló tras la Marcha que ésta se convirtió en una de las manifestaciones por los derechos humanos más importantes de la historia reciente de Hungría.

Mientras que las autoridades prohibieron la marcha del Orgullo, sí autorizaron dos manifestaciones en contra por parte de grupos de extrema derecha, aunque estos eventos no lograron movilizar a más de 50 personas en total, destaca hoy la prensa local.

Decenas de políticos y eurodiputados europeos se unieron a la marcha ayer y expresaron su solidaridad con la comunidad LGTBI de Hungría, entre ellos la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Diaz, quien encabezó junto a Karácsony la marcha.