Un expropietario de un gimnasio, identificado como James Clacher, de 57 años, fue condenado a ocho años de prisión en Escocia tras ser hallado culpable de violar a dos mujeres que conoció en aplicaciones de citas entre 2019 y 2020.

Clacher intentó evadir la justicia abandonando un automóvil en la orilla del lago Loch Long junto a una nota de suicidio. Sin embargo, en lugar de quitarse la vida, viajó a España y permaneció oculto durante casi dos años. En mayo de 2024, agentes de policía lo localizaron en Nerja, donde fue detenido mientras realizaba ejercicios en un gimnasio al aire libre en la arena de la playa.

Durante su tiempo como fugitivo, se sostuvo con bayas silvestres, agua de charcos y durmiendo a la intemperie. También recurrió a técnicas de supervivencia aprendidas como reservista del Regimiento Paracaidista para evitar ser detectado.

Testimonios de las víctimas

El tribunal escuchó las declaraciones de las dos mujeres agredidas. Una de ellas, madre de 46 años, relató que conoció a Clacher en Tinder y lo recibió en su casa, donde fue atacada:

“No dijo ni una palabra. Dije: ‘No me gusta esto. No quiero hacer esto’. Seguí diciéndolo. Simplemente me ignoró. Mi cuerpo empezó a temblar y empecé a llorar”.

La víctima señaló que, tras el abuso, el acusado fingió que debía marcharse por un supuesto infarto de su hermano. Más tarde lo llamó “violador depredador” y alertó a Tinder para evitar que otras mujeres fueran expuestas a él.

La segunda mujer, de 31 años, conoció a Clacher en Bumble. Tras una cita, regresaron a su apartamento en Glasgow, donde relató que fue inmovilizada contra un sofá y violada. Según su testimonio, el agresor permaneció en el lugar unos 20 minutos después y se disculpó, asegurando que deseaba volver a verla.

Durante la audiencia, el juez señaló la ausencia de arrepentimiento: “Sigue negando haber cometido ningún delito. Hay poca comprensión, ningún remordimiento y existe un riesgo constante de causar daños graves a otros”.

Clacher mantuvo su inocencia y afirmó que los encuentros fueron consensuados. Además de la condena de prisión, fue inscrito de manera permanente en el registro de delincuentes sexuales y se le prohibió cualquier contacto con sus víctimas.