El jefe de la policía nacional de Suecia declaró el martes que el aumento de la violencia pandillera este año — con tiroteos y bombas casi a diario que han causado numerosas muertes, incluyendo adolescentes y personas inocentes — es “extremadamante grave”.

Suecia ha estado lidiando con la violencia de pandillas desde hace años pero el aumento reciente ha sido excepcional, declaró Anders Thornberg en conferencia de prensa, calificándolo de “la mayor violencia que jamás hemos tenido en este país”. Añadió que la policía “ha evitado unos 80 asesinatos o explosiones inminentes” en lo que va de año.

Doce personas murieron y cinco resultaron heridas el mes pasado en lo que Thornberg describió como “violencia de tipo terrorista”. Los ataques están vinculados a pandillas criminales que suelen reclutar a jóvenes de barrios pobres de inmigrantes para que realicen ataques.

Unas 42 personas han muerto en 290 tiroteos en Suecia en lo que va de año, según cifras policiales oficiales. Las autoridades atribuyen la violencia a rivalidades entre pandillas lideradas desde el extranjero.

El gobierno centroderechista de Suecia dice que las fuerzas armadas del país deben trabajar con la policía, pero las fuerzas armadas asisten solo con conocimientos de explosivos, logística para helicópteros y análisis. La policía y las fuerzas armadas resuelven los detalles de dicha cooperación, que no han sido revelados al público. El hecho de que las fuerzas armadas estén involucradas en la lucha contra la delincuencia es sumamente inusual para Suecia, lo que subraya la severidad de la situación.

A primera hora del martes estallaron siete incendios en viviendas, provocados por líquidos inflamables, indicó Thornberg. Tres personas fueron detenidas en conexión con los fuegos, añadió, señalando que la mayoría “estaban vinculados a un conflicto interno”. Thornberg aseveró que los criminales “están dispuestos cometer actos serios de violencia a cambio de dinero u otro tipo de compensación”.

Más de 400 personas han sido detenidas en lo que va de año por tenencia ilegal de armas y otras 100 por crímenes con explosivos, dijo Thornberg.

“El número de sospechosos menores de 18 años ha aumentado en casi 30%”, declaró el jefe policial. La policía sueca dice que los criminales usan a menores de edad porque no están sujetos a los mismos controles policiales y suelen ser inmunes a procesos penales regulares.

Hanna Paradis, una oficial de la unidad de la policía nacional que lidia con los hechos recientes, aseveró que “a pesar de que arrestamos a más criminales y confiscamos drogas, armas y explosivos, la tendencia continúa”.