El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo este jueves al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) que su país necesita $7,000 millones al mes para subsistir y recuperarse de la devastación económica tras la invasión rusa.

Esa cifra de $7,000 millones supone un incremento con respecto a los $5,000 millones que hasta ahora el Gobierno ucraniano estimaba que necesitaba durante los próximos tres meses y que había solicitado al FMI.

“Necesitamos en este momento hasta $7,000 millones al mes como compensación por las pérdidas económicas y necesitamos cientos de miles de millones después para reconstruir todo”, afirmó Zelenski en una intervención por videoconferencia ante el FMI y el BM.

Con rostro serio y la bandera ucraniana a su derecha, Zelenski aseguró que las Fuerzas Armadas rusas están destruyendo todo aquello en Ucrania que puede servir como sustento económico para la vida, lo que incluye almacenes de alimento, refinerías de petróleo y estaciones de tren.

El líder ucraniano urgió a la comunidad internacional a reaccionar ante las atrocidades rusas y a excluir a Moscú de manera inmediata de todas las instituciones financieras internacionales.

En peligro la seguridad alimentaria mundial

Zelenski, además, avisó de que la seguridad alimentaria del mundo seguirá estando en peligro hasta el momento en el que la guerra termine, ya que los bombardeos rusos impiden a Ucrania seguir produciendo el aceite de girasol o el trigo que hasta ahora exportaba a medio mundo.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), solo Ucrania produce más de la mitad del trigo que usa el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la agencia de la ONU que apoya a países de todo el mundo para combatir el hambre.

Zelenski hizo sus declaraciones en una mesa redonda a la que acudió en persona el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, así como la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el presidente del Banco Mundial, David Malpass, en el marco de la reunión de primavera que los dos organismos celebran esta semana.

En su intervención, Georgieva reiteró su compromiso con Ucrania y dijo que ella ve razonable la petición de $5,000 millones al mes que había hecho en principio el Gobierno ucraniano.

No hizo ningún comentario específico sobre los $7,000 millones que mencionó Zelenski, pero sí reconoció que hará falta un gran esfuerzo económico del mundo para ayudar a Ucrania.

El FMI aún no ha dado el visto bueno a las peticiones de Ucrania, pero el hecho de que Georgieva reconozca explícitamente que se necesitan 5.000 millones de dólares durante los próximos dos o tres meses ya es un signo de que existe una probabilidad de que se materialice la petición.

El FMI se inclina por subvenciones en lugar de préstamos

Poco antes, en otra intervención, Georgieva adelantó que el FMI se está inclinando por otorgar subvenciones a fondo perdido a Ucrania en lugar de préstamos para ayudarla financieramente debido al alcance de la destrucción de la guerra y el profundo daño a la economía.

Georgieva argumentó que las subvenciones son una buena opción porque, cuando acabe el conflicto, Ucrania tendrá que centrarse en otras prioridades en lugar de repagar la deuda.

“En el futuro inmediato, Ucrania verá cómo sus ingresos se reducen dramáticamente, e incluso una vez haya terminado la guerra, deberá hacer frente a los costos enormes de la reconstrucción”, apuntó.

El dinero que el FMI daría a Ucrania tendría como objetivo ayudar a que la economía del país siga funcionando pese al conflicto bélico; pero cuando este se termine, Ucrania también necesitará fondos adicionales para la reconstrucción, algo para lo que Georgieva explicó que el Fondo y el Gobierno ucraniano ya están manteniendo conversaciones.

En su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, publicado el martes, el FMI proyectó que la economía de Ucrania perderá en 2022 algo más de un tercio de su valor, en concreto un 35%, debido a las consecuencias de la invasión rusa.

El fondo también alertó de que las consecuencias económicas de la guerra se alargarán por muchos años, incluso si el conflicto bélico llegara a una pronta resolución.