Otro año de mucha ocupación en los paradores de Puerto Rico se anticipa de cara a la celebración del 4 de julio, día que se celebra la Independencia de los Estados Unidos.

Y es que, además de que las restricciones para evitar la propagación del COVID-19 prácticamente se han eliminado por completo, el hecho de que el día festivo será un martes, provoca que los turistas reserven más días de vacaciones.

Por consiguiente, Tomás Ramírez, quien fue vicepresidente de la Asociación de Paradores y Pequeñas Hospederías Puertorriqueñas, adelantó que, desde el viernes, 30 de junio hasta el domingo, 9 de julio, se espera sobre 90% de ocupación en los paradores.

“Para el 4 de julio, lo que va ocurrir en 10 días de celebración, del viernes 30 hasta el domingo 9 de julio, porque el 4 de julio cae martes. Va a haber un fin de semana largo. Mucha gente va a coger fines de semana largo, estadías de cuatro a cinco días. Así que, ‘overall’ para los 10 días, esperamos sobre el 85% de ocupación y para los días del fin de semana del 4 de julio como tal, desde el día 30, sobre 90%”, explicó Ramírez, quien es el copropietario del Parador Combate Beach Resort, en Cabo Rojo.

“Basado en todos los números que tenemos, que vamos a estar bastantes llenos. Estamos listos y hemos estado listos”, agregó.

Pese a esta estimación, aún quedan habitaciones disponibles en todos los paradores, aseguró Ramírez. Esto, no obstante, podría cambiar rápidamente.

“Estamos recibiendo cada uno 30 o 40 llamadas diarias. Nos quedan habitaciones en Combate Beach Resort, tenemos en Boquemar, en Guánica 1929, en Villa Sotomayor, en el Buen Café. En todos esos me confirmaron que les quedan habitaciones, pero se van a llenar”, comentó.

Ramírez mencionó, además, que las ferias locales, como la Feria Agrícola de Lajas que se llevará a cabo precisamente entre el 30 de junio al 4 de julio, también es un imán para atraer a turistas.

Evolución del turista

Entre los turistas que se hospedarán en los paradores, existe “un porciento bien alto” de turistas no residentes, específicamente puertorriqueños que residen en la diáspora y que vienen a visitar a sus familiares.

Con relación a quiénes ya han reservado habitaciones en el Parador Combate Beach Resort, el 55% son turistas locales, mientras que el 45% son personas no residentes.

“Hemos tenido una gran temporada de verano, que comienza con la Semana Santa, que fue la primera semana de abril, finales de marzo. Desde ahí, hemos estado bastantes llenos todos los fines de semana. Una vez terminan las graduaciones a finales de mayo, pues la ocupación sube significativamente. Yo diría que sube el 30% y los meses de junio y julio hasta la segunda semana de agosto es la temporada más alta para todo Puerto Rico, pero definitivamente para los paradores. Podemos llegar a un 78, 80% de ocupación total, incluyendo días de semana”, detalló.

Tras la pandemia del coronavirus en el 2020, que paralizó el turismo, el perfil de quiénes buscan hospedarse en paradores evolucionó, aseguró Ramírez. Previo a la pandemia, pequeños núcleos familiares solían hospedarse en estos lugares y celebraban con música alta y mucho bullicio y se quedaban pocos días.

Sin embargo, cuando se reanudó la actividad en el sector turístico, aquellos que se hospedan en paradores tienden a ser grupos grandes de familiares, incluyendo a abuelos, nietos y biznietos. Estos grupos incluyen personas residentes y no residentes de la isla.

Así, suelen ocupar más habitaciones, se hospedan por periodos de tiempo más largos y suelen disfrutar de más tranquilidad.

“Más gente busca espacios tranquilos, donde puedan disfrutar con su familia con seguridad, donde tengan cercanos los restaurantes que puedan ir caminando, y, entonces, eso va cambiando el perfil de las personas que llegan y nosotros los vemos claramente. Los turistas y visitantes han ido modificando. Anteriormente, eran familias puertorriqueñas que buscaban el ruido, la música alta, ese tipo de celebración y, ahora, ha ido cambiando un poco, por lo menos para los Paradores. (Ahora) celebran, pero celebran de otra forma más diferente. Por ejemplo, la música que utilizan es más orientada hacia la familia total, porque vienen los abuelos, los nietos y hasta los biznietos, versus familias que vienen ellos solos nada más. Así que, estamos viendo grupos de familias y eso hace cambiar un poco el comportamiento.

“Eso está ocurriendo desde la pandemia para acá en mayor números. Este fin de semana, por ejemplo, nosotros tuvimos- y el anterior también- familias que habitaron 20 cuartos, 25 habitaciones, y era una mezcla de locales y diferentes estados de Estados Unidos”, recalcó.