La jueza Milagros M. Muñiz, del Tribunal de Bayamón, extendió por un año la orden de protección -que vencía hoy- a favor de Sherley Ann Goire quien se encuentra inmovilizada luego que su ex pareja Alberto García Merced presuntamente la agrediera el verano pasado.

García Merced fue dejado en libertad el pasado 5 de enero luego que pasarán los seis meses reglamentarios para la celebración de un juicio.

El caso está en etapa de vista preliminar.

La joven teme por su seguridad, según se establece en la orden.

Los hechos que aparecen en el documento y que analizó la jueza para extender, a partir de hoy y hasta el 18 de enero de 2019 son que: El 4 de junio de 2017 (García Merced) le dijo (a su entonces pareja), “dale que hoy es domingo y tengo los guantes puestos”. Posteriormente frente a la casa de la abuela del peticionado (este) la empujó. Cuando llegan ella intentó ir al baño, él se lo impidió. Sherley Ann acepta que le dió a García Merced porque no podía esperar para ir al baño. Luego él la agarró por debajo de los brazos y por la nuca y escuchó un “crack”, refiriéndose al ruido que escuchó en su cuello. Teme por su seguridad.

Contra García Merced pesan cargos por violación al Artículo 109 del Código Penal, por agresión agravada; violación al Artículo 3.2 de la Ley 54 de Violencia Doméstica por maltrato agravado y por el Artículo 2.8 de la Ley 54 por violar una orden de protección al tratar de comunicarse con Goire Ávila entre el 7 y 21 de junio.

García Merced se supone que no esté por los alrededores donde reside su ex pareja ni cerca de sus familiares.

Irma Ávila, madre de Sherley Ann, quien estuvo hoy en el tribunal de Bayamón pero no entró a a sala, dijo que “estamos bien contentos de que nuevamente a mi hija se le hace justicia. Que puede seguir tranquila sabiendo que esa persona no se le puede acercar”.

Sherley Ann, quien vio hoy nuevamente en corte a su ex pareja, se encuentra estable dentro de su condición, dijo su progenitora quien indicó que las condiciones que padece su hija provocan que tenga que estar todo el tiempo a su cuidado.

La familia, vecina del barrio Guaraguao de Guaynabo, sigue aún sin el servicio de electricidad desde el paso del huracán Irma, “pasando las de Caín y ahora mi esposo está sin trabajo”, agregó doña Irma.