En lo que pareció un homenaje a la desorganización, el errático y prolongado proceso judicial contra un grupo de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico por alegados disturbios ocurridos en abril de 2017, registró este miércoles un capítulo de inacción, cuando una treintena de personas tuvo que permanecer en el Tribunal de San Juan para acudir a dos salas, al mismo tiempo, para atender dos procesos que al final de cuentas no avanzaron nada. 

A duras penas, se lograron fijar nuevas fechas para continuar el proceso, en enero de 2019. 

Siete estudiantes enfrentan juicio por varios cargos, de restricción de libertad, empleo de violencia o intimidación contra la autoridad, y atentar contra el derecho de reunión, entre otros, por los sucesos ocurridos cuando irrumpieron en una reunión de la Junta de Gobierno de la Universidad.  

El grupo de estudiantes estuvo desde temprano en el tribunal, junto a sus respectivos representantes legales. También estaban allí el fiscal del caso, y decenas de testigos, incluyendo oficiales de policía, trabajadores de seguridad y otras personas. Asimismo, había familiares y algunos amigos. 

Pero resultó que se había programado, a la misma hora, que comenzara el juicio en su fondo del caso por delitos menos graves y la vista preliminar en alzada por los cargos graves que no prosperaron en la vista preliminar original. El primero se veía en la sala 1105 ante la jueza Eloina Torres Cancel, y el segundo, cruzando el pasillo, en la sala 1103 ante la jueza Wanda Cruz Ayala. 

Como era de esperarse, los involucrados iban de un lado al otro, preguntando “¿dónde es la cosa?”, mientras los aguaciles pedían una y otra vez que desalojaran el pasillo. 

Y como era de esperarse ante tal organización, que lucía cuando menos cuestionable, el proceso de juicio en su fondo no arrancó, toda vez que se prefería resolver primero el otro asunto pendiente de la vista preliminar en alzada. 

Y para colmo, la juez Cruz Ayala tenía que atender esa mañana otros 23 asuntos en sala y a la 1:30 p.m. tenía pautado otro caso, por lo que tenía que acabar con todo ese volumen de trabajo una hora antes de esa pauta vespertina, pues los empleados de la corte tienen que almorzar. 

En resumen, la jueza Torres Cancel fijó nueva fecha para el 16 de enero, y la jueza Cruz Ayala, fijó fechas para el 14, 22 y 31 de enero, y tomó juramento para que, por lo menos, se declarara formalmente iniciada la vista preliminar en alzada. 

“Por la falta de tiempo, continuamos el 14 de enero la vista preliminar en alzada. Hay unos cargos menos graves y unos cargos graves que prosperaron que están pendientes en la sala 1105”, dijo el fiscal Angel García, admitiendo que en esa sala “no se vio nada”. 

“Se dio un señalamiento para el 16 de enero. Pero con toda probabilidad, pues vamos a anunciar que todavía no se ha resuelto de la otra etapa y que hasta que aquello no se resuelva no podemos entrar en los méritos de esto”, agregó el fiscal, justificando todo el desorden por la diversidad de cargos del proceso, que “está fraccionado en tres partes… es complicado”.  

“Ahora mismo hay tres etapas distintas del caso corriendo a la vez, la vista preliminar en alzada, el juicio de los casos graves que están en la otra sala, y el juicio de los casos menos graves. Todo está corriendo a la vez, pero obviamente pues se van posponiendo unas cosas en lo que se ven las otras”, dijo la abogada María Soledad Sáez Matos, de la Sociedad para la Asistencia Legal y representante de la estudiante Alexa Paola Figueroa Carrasquillo. 

La licenciada mencionó que hay también cuestionamientos sobre los testigos de la fiscalía, pues “en etapas anteriores ha presentado unos testigos distintos a los que estaban aquí hoy (el miércoles)”, y ya dijo que estaba “preparado con los testigos que estaban aquí”. Fiscalía también tiene pendiente completar el descubrimiento de prueba. 

La abogada comentó que el proceso se ha dado con un sinnúmero de vistas paralelas desde el inicio, por la insistencia de fiscalía a recurrir en alzada en todas las etapas. 

“El fiscal quiere todo, alega que está preparado en todo, y no se empieza nada. Y esto está cumpliendo dos años”, dijo Sáez Matos, aunque acotando que las reglas permiten ese proceder de la fiscalía. 

“Suponemos que la juez del juicio (en su fondo) va a querer esperar por el resultado de la (vista preliminar en) alzada, porque están consolidados, pero lo sigue señalando. Y así estamos, aquí, allá, en todas partes, y no se avanza”, lamentó la abogada 

“Es algo que nos agota. Y lo que a mí me llama poderosamente la atención es que en un país con tanta situaciones, con tanta crisis real, el Departamento de Justicia le dedique tanto tiempo, tanto esfuerzo y tanta energía a un caso como este, cuando pasan las atrocidades que pasan en este país, y no pasa nada. Bueno ustedes lo han visto, la prensa lo cubre, lo desigual que es la asignación de recursos en unos casos y en otros. Pero, lamentablemente la defensa lo que puede hacer es defender, y con esto es con lo que tenemos que trabajar. Y pues, estar preparados siempre. No nos queda alternativa”, agregó la abogada.