En el segundo día de vista preliminar contra el imputado de asesinar a Arellys Mercado en el área de la Marina de Fajardo, Jensen Medina Cardona, le tocó el turno para declarar a Joseph Howe García ante la jueza María T. Rivera Corujo en el tribunal de Fajardo. 

En el inicio de su declaración, explicó que aunque conocía a Arellys hace tiempo, llevaba unos meses compartiendo con ella sentimentalmente.

En su relato, Howe García, explicó con emotividad los hechos que, según él, llevaron al asesinato de Arellys.

El hombre de 31 años e ingeniero mecánico, detalló al tribunal que el 17 de agosto durmió en la residencia de Arellys en Caguas para el 18 salir junto a ella y dos amistades más hacia la Marina en Fajardo, donde abordarían un bote de su propiedad y pasar el día compartiendo en Icacos. Los amigos fueron identificados por el hombre como Luis y Joan.

El grupo, según Howe, llevó bebidas alcohólicas y comida. Él aclaró que su aportación sería el bote y que no cargó con bebidas para él porque no consume alcohol. Ese día, dijo, llegaron a la Marina a las 11:00 a.m.. Antes, se detuvieron a comprar hielo y agua. Las muchachas decidieron comprar también una botella de Baileys, añadió.

Allí, en Icacos, dijo que se encontraron con amistades de Arellys, que viajaban en un catamarán. Los amigos del catamarán se fueron como a las 2:40 p.m.. Arellys y sus amistades se quedaron en un área cercana a Icacos e hicieron comida a la barbacoa.

El hombre continuó explicando que a eso de las 5:00 p.m., Arellys sugirió ir a Palomino a ver el atardecer. "Ella era loca con los atardeceres... yo aprendí a ver los atardeceres por ella", dijo. Añadió que llegaron a Palomino a las 5:20 p.m. "Fue un día perfecto", describió.

A eso de las 7:00 de la noche, dijo que llegaron unos 10 botes y que decidió unirse al grupo donde había un vecino de Arellys. Luego, a las 8:45, Howe le envió un mensaje por el celular a su hermana, esto para que no se preocupara y supiera que estaba en Palomino, pues era tarde.

El ingeniero dijo que a las 9 p.m., su mamá lo llamó preocupada. "Tranquila estoy por arrancar", le dijo. A las 9:15 p.m. arrancaron hacia la Marina. Recordó que la luna estaba llena y se veía bonita. Explicó que en 20 minutos llegó al área de Villa Marina y que había muchos botes, que casi no había espacios para ubicar lanchas.

Howe prosiguió y dijo que se dispuso a "estacionar" su bote en un área pequeña que había disponible. Maniobró para poder hacerlo sin chocar a otras embarcaciones. Arellys y Luis lo ayudaron a proteger el bote para que no sufriera daños al dejarlo en el muelle (debido a la estrechez del espacio).

El testigo utilizó una pizarra para dibujar en la misma la manera en que maniobró para ubicar su bote en área de entrega de embarcaciones de la Marina. “Esa zona tiene partes en madera y otras en cemento. Al lado de esa zona hay un muelle privado”, explicó.

Fue ahí cuando Arellys y Luis lo ayudaron a proteger embarcación. Al bajarse del bote, Arellys le dijo: "mira Howe un celular". Howe le pide que se lo entregue porque "donde está peligra... el dueño aparecerá ya mismo".

El testigo explicó que tomó el celular y lo puso en el asiento del pasajero de la embarcación. Joan, la otra amiga, estaba dentro del bote todavía, dijo y que él también porque quería "limpiar un poco el bote". Arellys estaba afuera y fue a echarse agua a una ducha cercana y visible a Howe, dijo.

Howe García dijo que bregaba con una manga de agua para limpiar el bote con ayuda de Luis y que comenzó a escuchar gente. "Escucho chancletas, pasos, gente caminando...". Y minutos después que Arellys encontró el celular, llegó un sujeto gritando y preguntando "¿ustedes llegaron aquí ahora?". Dijo que Joan le preguntó al sujeto que qué pasaba. Entonces el sujeto, "alterao", indica que se le había quedado un celular cerca de un bote de su propiedad.

Joan le dice que no había visto ningún teléfono. Entonces sacó su celular y empezó a alumbrar el área para tratar de ayudarlo. Howe añadió que el sujeto andaba en pantalones cortos y sin camisa, con una cadena llamativa y que lo acompañaba una mujer en traje de baño amarillo.

Howe identificó al sujeto en la sala, señalando a Jensen Medina, a lo que añadió que éste le habló cerca a la cara a Joan, quien no sabía en ese momento que Arellys había encontrado un celular en el muelle.

Howe dijo que Jensen se acercó al bote de Howe y pregunta cuál es el número de la embarcación. "Ahí yo digo: párate, y cojo el teléfono que estaba en la silla del capitán,", dijo. Entonces, desde su bote se dirigió al individuo y le dijo: "primo, ¿este es tu teléfono?" Y se lo entregó mano a mano.

El testigo dijo que Jensen respondió que sí era su teléfono, pero que en ese instante no estaba alterado. Pero que la fémina que lo acompañaba "estaba agitándolo". "¿Viste?, se lo querían robar, chorros de puercos", expresó la mujer, según la pareja de la víctima.

“Ahí, él (sospechoso) se creció y va donde Joan”, y con el teléfono en la mano, se lo manotea cerca del rostro y le dice: "¿viste?". El testigo explicó que observó todo desde el bote y que, desde ahí, le dijo al sujeto que si ya tenía el celular que se fuera, pero que la fémina que acompañaba al sospechoso volvió a agitarlo y de forma burlona dijo: "se lo quería robar".

Dijo que, en ese momento Arellys observa y se acerca al sujeto y le dice: "mira, tienes el teléfono, ¿cuál es el problema?". Pero la fémina que acompañaba al imputado seguía gritando " chorro de puercos, eso no se hace, se lo querían robar".

Acto seguido, según Howe, el individuo se pega a Arellys y le dice: "ustedes no me conocen a mí". Y Arellys le responde: "qué me importa quién tú eres".

Howe dijo que desde que el imputado llegó “me sentí amenazado porque to' el mundo estaba poniendo la paz... nadie estaba alterao".

Agregó que cuando se disponía a bajar del bote para canalizar la situación, escuchó un "clac, clac". "Se oye espeluznante ", dijo el testigo al dramatizar cuando se carga un arma. Explicó que en su mente pensaba: "no puede ser".

En el Tribunal de Fajardo, la pareja de Arellys, Joseph Howe García, relató desde su perspectiva lo que pasó la noche que fue asesinada la joven.

Dice que, al levantar la mirada, vio al sujeto (aparentemente Jensen) sacar la mano derecha desde atrás y llevarla hacia Arellys. "Vi la cara... vi el roto al arma ", expresó Howe.

La madre de Arellys, Nitza Ríos, comenzó a llorar desconsolada.

El cuerpo de Arellys cayó al suelo boca arriba, con las manos abiertas. Sus ojos estaban abiertos, dijo el testigo. "Me tiré al piso del bote y decía: no, no, no, no. No puede ser", dijo, quien añadió que miró al sujeto que acababa de disparar y este estaba parado mirando en el suelo a Arellys. Dijo que el imputado tenía la pistola en mano.

Añadió que la acompañante del sujeto empezó a gritar "vámonos, vámonos y lo hala". Detalló que sujeto y la fémina se dirigieron en dirección en contra del bote y luego doblaron a la derecha. Explicó que él vio todo desde el bote, donde permanecía incrédulo. "Me quedé paralizado...”.             

"Estaba llorando en el bote... me sentía impotente", narró. Añadió que le dijo a Luis que no podía creer lo que ocurría y que, en ese momento, salió del bote.

"Según cayó así mismo quedó... ojos verdes que tenía". "Me la mató, me la mató", dijo en sala, añadiendo que no puede olvidar lo ocurrido. "Me sale todas las noches...", indicó.

"Me mataron la nena, me mataron la nena... un tipo salió como un loco por un celular y le dio un tiro. Llama al 9-1-1, yo no puedo, yo no puedo", explicó que fueron sus palabras cuando llegó una persona ajena a la zona y que luego llamó a su mamá para contarle lo ocurrido.

"(Me) arrancaron un canto de mi alma... le dieron un stop a mi vida", dijo el testigo en sala notablemente conmovido.

Howe García detalló que, posteriormente, llegaron dos guardias y les contó lo que ocurrió esa noche del 18 de agosto. Añadió que los policías pusieron cintas amarillas.

El testigo explicó en sala que le dio los detalles al agente Alejandro de lo ocurrido y la descripción del sujeto al día siguiente en el CIC de Fajardo. "Cierro los ojos y lo veo cuando le di el teléfono... no se me olvida ese rostro". Lo describió diciendo que era de pelo negro corto y que no se le olvida que llevaba una cadena gruesa.

Joseph Howe añadió que en la rueda de confrontación le mostraron un cartón con nueve fotos y señaló el #6 y dijo "este fue el que mató a Arellys". Le hizo un círculo al #6 y puso sus iniciales. En ese momento, por primera vez, el testigo (Howe) identifica por nombre al sujeto que dice asesinó a Arellys. Dice que se llama "Jensen Medina Cardona".

La vista continua a la 1:30 p.m. con el redirecto de la defensa.

LO QUE PASÓ AYER