“Uno puede llevar el caballo al río, pero no lo puede obligar a tomar agua”….

De esta manera el reportero televisivo, Pedro Rosa Nales, se expresó sobre la lucha que batalló por años para que su hija, Lizbeth Rosa, saliera del vicio. La mujer, de 34 años, fue encontrada muerta hoy en la barriada Figueroa, en Santurce.

Rosa Nales la recordó como una muchacha hermosa, buena, que logró distinguirse en eventos de modelaje, pero más que nada, la recordó como inteligente y preciosa.

El reportero recibió la noticia de parte de las autoridades en el cuartel de la Policía en Santurce. A su salida, visiblemente afectado y en compañía de otro de sus hijos, Rosa Nales expresó que veía a Lizbeth con cierto grado de frecuencia. La última vez que habló con ella fue aproximadamente hace mes y medio cuando Lizbeth estaba en un hogar de rehabilitación y se comunicó con él para pedirle $200.

La mujer le dijo a su papá que quería comprarse unas prendas con otras participantes del hogar de rehabilitación. No obstante, los años que llevó Rosa Nales trabajando con su familia por intentar sacar a Lizbeth de la adicción le habían enseñado que uno nunca le da a un usuario de droga dinero pues lo que haría sería alimentar el vicio.

Rosa Nales rememoró que en cerca de 15 ocasiones su familia ingresó a Liz en instituciones de rehabilitación. En esa última llamada le negó a su hija el dinero que ella solicitaba. Cuando ésta colgó molesta la comunicación el reportero volvió a llamar al teléfono desde donde ella marcó y se topó con que el mismo pertenecía a un vendedor ambulante.

Al preguntarle al vendedor quién era la muchacha que lo llamó pues el comerciante le dijo que la joven se había ido caminando con otras muchachas.

Rosa Nales recordó que “era un niño” cuando se convirtió en papá de Lizbeth. Tenía 17 años y estaba activo en el ejército por lo que residía en la base Roosevelt Roads, en Ceiba. Contó que cuando se divorció de la mamá de Lizbeth entregó la patria potestad lo que calificó como un error de juventud.


“Lili era inteligente, preciosa, modelo, estuvo hasta en películas. Esto nos afecta muchísimo”, dijo Rosa Nales.

El comunicador narró que en estos días estuvo de visita en casa de su madre, abuela paterna de Lizbeth, en Fajardo. “Lili era la luz de los ojos de mi mamá. Pero como yo sé cómo es esto, pues lo he visto en el ejercicio del periodismo, la había ido preparando, de que cualquier día podría pasar algo”. 

Rosa Nales indicó que las autoridades la hallaron en una estructura en Santurce y que probablemente la joven murió de una sobredosis.  Rosa Nales calificó como “injustas, crueles e irresponsables” ciertas publicaciones que han apuntado a que no fue un padre responsable con su hija.

El veterano periodista hizo un llamado a las autoridades a que no sólo trabajen los síntomas de la enfermedad de los usuarios a drogas, sino a que busquen la raíz del problema.

Criticó aquellas personas que marginan y que tratan mal a los usuarios de drogas. Dijo que uno de los obstáculos que enfrentó cuando intentó ayudar a su hija fue cuando ésta cumplió la mayoría de edad pues ya él como padre no la podría obligar a internarse o recibir asistencia para curarse de la adicción.

“Hubo instituciones como Hogares Crea que me dieron la mano cuando la necesitaba y a ellos le estoy agradecido”, subrayó.