La Policía solicitó mediante requerimientos de información, o subopenas el registro de entrada y salida del condominio Playa Grande en el Condado, las grabaciones del sistema de cámaras del complejo de vivienda y los récords telefónicos del abogado Manuel López Borelli, como parte de la investigación que desarrollan las autoridades en torno a su muerte, ocurrida el sábado.

La teniente Wanda Torres, oficial administrativa del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, sostuvo que hasta que el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) no concluya su autopsia, no se sabrá con certeza cómo murió el hombre, proceso que podría extenderse por varias semanas.

López Borelli, de 46 años y padre de una hija, fue encontrado muerto este sábado en su apartamento en el mencionado condominio que ubica en la calle Taft, de Condado.

En el lugar no había signos de violencia y no se forzó la entrada. El cuerpo presentaba una sola herida en el cuello, aparentemente provocada por una navaja de filo y medio.

"Era una persona que vivía solo, padecía de depresión", dijo Torres. "Aunque como había una navaja y una herida en el cuello, se está investigando para ver si fue él mismo, pero se 'subpoenan' los libros para ver si hubo algo extraño, si hubo mano criminal", aseveró la teniente.

Según informó la Policía el sábado, a eso de las 12:30 p.m. un amigo del fallecido recibió una llamada a su celular, la que no pudo contestar al momento, pues se encontraba en una piscina. Posteriormente, cuando llegó a su apartamento, escuchó un mensaje de voz en su teléfono en el que solo se escuchaban quejidos.

El amigo contactó a familiares, algunos de los cuáles fueron al apartamento y otros contactaron la Policía. Al llegar al lugar, encontraron a López Borelli muerto en una habitación sobre un charco de sangre. A su alrededor había navajas y medicamentos controlados, según lo que ha trascendido de la pesquisa policiaca.