Mayagüez ¡El radiólogo Tomás Irizarry Concepción tiene una suerte!

En tres ocasiones se ha visto involucrado en accidentes de tránsito en los que, manejando ebrio, causó la muerte de otra persona. Y en las tres ocasiones salió bien.

Ayer, el juez Arnaldo Jerónimo Irizarry, de Mayagüez, lo declaró inocente de homicidio negligente al manejar un vehículo en estado de embriaguez, delito que no tenía derecho a probatoria y por el cual habría sido ingresado a prisión de inmediato.

Los parientes de la víctima, el joven universitario de 19 años Juan Carlos Santana Rodríguez, salieron indignados del Tribunal de Mayagüez tras escuchar el fallo.

De seis cargos que pesaban en su contra, Irizarry Concepción sólo fue encontrado culpable de violar el inciso 7.02 de la Ley de Tránsito al manejar un vehículo en estado de embriaguez, que es un delito menos grave y cualifica para probatoria.

También fue absuelto de causar grave daño corporal a una persona, de abandonar la escena de un accidente grave y de negligencia crasa y temeraria en el manejo de un vehículo de motor.

“Vinimos en busca de justicia y no la encontramos. Es una decisión funesta, que no se la deseamos a nadie’’, dijo Carlos Santana al salir de sala junto a su esposa Olga Rodríguez. Su hijo Juan Carlos, quien tendría 23 años y un título universitario, falleció el 25 de agosto de 2005 en el semáforo de la PR-2 y avenida Duscombe de Mayagüez, cuando el vehículo en que viajaba junto a otros tres jóvenes fue impactado por el automóvil de Irizarry Concepción, que conducía a exceso de velocidad y bajo los efectos del alcohol. El médico de 63 años arrojó 15.8% de alcohol en la sangre, pero el juez determinó que la embriaguez no fue la causa del accidente.

“La gente cree que borracho es igual a culpable. Uno puede estar envuelto en un accidente automovilístico e ir bajo los efectos de bebidas embriagantes y no ser responsable del accidente’’, dijo el abogado del acusado, Harry Padilla.

Aunque en el juicio no se pudo pasar prueba al respecto, Irizarry Concepción estuvo involucrado antes en otros dos casos similares en los que la embriaguez y la negligencia al manejar fueron los factores para provocar dos muertes. El primero, en 1992, se resolvió mediante una transacción de dinero. El segundo fue en 2003, pero otro juez desestimó los cargos.

Sonia Señeriz, quien preside una fundación contra los conductores ebrios, dijo que pareciera que a Irizarry Concepción “le han extendido una licencia para matar’’.

“Probablemente tenemos que esperar a que mate tres más para encontrar que es negligente borracho’’, expresó.

El juez Irizarry sometió el expediente del radiólogo para que sea evaluado por técnicos sociopenales a los fines de determinar si cualifica para una probatoria. La vista para dictar la sentencia fue señalada para el 14 de octubre.