Guánica.- Frente a la tumba donde descansa su cuerpecito, repetía una y otra vez que aún se niega a aceptar que su único nieto, que recientemente cumplió apenas tres años, se haya ido al cielo.

Hilda Irizarry Montalvo, abuela materna de Edgar Yanciel Vélez Rodríguez, quien falleció de un disparo accidental mientras se encontraba de visita en un apartamento en Cabo Rojo junto a su madre, Racelis Rodríguez Irizarry, todavía no puede creer que su nietecito haya muerto el Miércoles Santo.

“Era mi único nieto, era un niño muy querido en la familia, le encantaban las bolas de soccer, las bicicletas, los caballos, le fascinaba el carro de su mamá, porque se pasaba haciendo el ruido de acelerarlo, y era muy deportista y bien cariñoso’’, dijo Irizarry Montalvo, mientras apretaba a su pecho una fotografía del pequeñín.

Con la mirada hacia el cielo, la maestra de escuela pública dijo que quería recordar a su nieto como lo que es: “Un ángel, y seguirá siendo nuestro ángel de la guarda’’.

A “Yan Yan”, como lo llamaban cariñosamente, le encantaba pintar e incluso, para la pasada celebración del Día de los Reyes Magos, le pidió que le regalara un escritorio.

“ Le dije, ‘¿un escritorio para qué, Yan Yan?’, y me dijo, ‘para dibujar’’’, recordó Irizarry Montalvo, con suma tristeza, destacando que el pequeño tenía una inteligencia muy desarrollada.

Ahora, esta abuela admite que jamás pensó que su familia pudiera estar pasando una situación como la que viven.

“Ella (su hija) sólo fue a esa residencia para hacer un favor, llevar una ropa y regresar, pero se sentó a hablar con la amiga (Cristal Vélez Soto, de 20 años), cuando escuchó el tiro”, expresó, al aclarar que su hija no estaba en el lugar vacacionando como se alegó en principio, “porque nosotros nunca vamos a la playa en Semana Santa’’.

Explicó que, como vecinos de Guánica que son, se criaron en zona costera, pero siempre han guardado la tradición cristiana de recogimiento durante la Semana Santa.

Sostuvo que Edgar Yanciel era el único hijo de su hija Racelis y su esposo, Edgar Alexis Vélez, ambos de 21 años, quienes llevan cinco años de casados y comenzaron de noviecitos desde los 11 años.

“Lo que dice mi nena, que lo que encontró fue una bola que cayó debajo de la cama y, aparentemente, allí estaba el arma, y no sabemos qué ocurrió, porque mi nieto estaba con otro nene de apenas tres añitos también, cuando se escuchó el disparo’’, dijo Irizarry Montalvo, al reafirmar que tanto su hija como el esposo están destrozados por la situación de perder a su único hijo.

“Ella dice que no entiende lo que pasó, que eso fue una pesadilla de la que todavía no ha despertado’’, expresó.