Humacao. Emmanuel Aponte Colón, el hombre de 35 que golpeó brutalmente a su padre frente a una ferretería en Las Piedras, en un incidente que fue registrado por cámaras de seguridad y que dio gran notoriedad al caso, renunció formalmente a su derecho a un juicio por jurado y aceptó el acuerdo de culpabilidad pactado con la fiscalía.

La vista tuvo lugar este lunes ante la jueza Marieli Rosario Figueroa, en el Tribunal de Humacao.

Según trascendió en la breve vista, tal como se había anunciado ya luego que Aponte Colón renunciara a la celebración de la vista preliminar, con el acuerdo se le reclasificó el delito que se le había imputado inicialmente, de maltrato a personas de edad avanzada, a uno de tentativa de agresión agravada grave, con 15% de los agravantes, que conlleva una pena de cárcel de cuatro años y seis meses.

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Tras aceptar el pacto, el abogado de Aponte Colón, el licenciado Manuel Luis Morales Schmidt, solicitó que su representado fuera evaluado antes de ser sentenciado, por lo cual la jueza lo refirió al Programa de la Comunidad, para que emita un informe presentencia, que podría ayudar a que su cliente se acoja a algún programa de rehabilitación.

La vista de sentencia fue pautada para el 11 de marzo próximo, a las 9:00 a.m., en el Tribunal de Humacao.

El incidente por el que será sentenciado Aponte Colón ocurrió el 29 de noviembre pasado, frente a una ferretería en Las Piedras, cuando el hombre vecino de Juncos agredió a su padre, propinándole un golpe en el rostro, provocando que cayera al suelo. En la caída, Rafael Aponte López sufrió una herida abierta en la cabeza. Posteriormente, Aponte Colón arrastró a su padre y lo lanzó en la caja de la camioneta. Todo el suceso quedó registrado por una cámara de seguridad, y las imágenes se difundieron posteriormente, dando mayor notoriedad al caso.

Poco después del incidente, Aponte Colón fue llevado ante el tribunal, y se encontró causa en su contra, y fue ingresado a prisión luego que le fijaran una fianza de $50,000 que no pudo prestar.

Días después, Aponte López, padre del acusado y quien no estuvo presente en la vista de este lunes, habló a Telemundo PR y pidió al pueblo de Puerto Rico “que disculpen el proceder de mi hijo”.

Miriam Colón Hernández, madre de Emmanuel Aponte Colón.
Miriam Colón Hernández, madre de Emmanuel Aponte Colón. (Osman Pérez Méndez)

En cambio, hoy sí estuvo presente su mamá, Miriam Colón Hernández, quien una vez terminada la vista se dirigió a los medios y alegó que su hijo “va a cumplir cuatro años y seis meses (de prisión), pero lo va a cumplir porque me defendió a mí, defendió a su madre, defendió su honra”.

“No justifico la acción de mi hijo. Yo quiero pedirle perdón al pueblo de Puerto Rico por esta acción cometida. Mi hijo está bien arrepentido de esta acción y de esta situación”, afirmó Colón Hernández.

“Pero cuando estaban en la guagua, que estaban hablando, su papá le estaba diciendo que era un inepto, a pesar de que le estaba haciendo el baño gratis, porque el hijo mayor empezó el baño y lo dejó a mitad y su papá llamó a Emmanuel pa que le terminara el baño. Emmanuel le estaba haciendo el baño gratis. Fueron a comprar los materiales que faltaban, terminaron el baño, y entonces ahí su papá le dijo ‘aunque me estás haciendo el baño eres un inepto, tú no sirves para nada, tú no vas a llegar a ningún lado, ni LUMA (empresa en la que estaba solicitando trabajo) te va a coger”.

Según Colón Hernández, la andanada de insultos escaló, y el papá le dijo que lo que le había dicho antes, “no es importante. Lo importante es que tu madre es una negra sucia pu.. Y ahí fue. Eso colmó la paciencia de Emmanuel. Eso fue lo que lo sacó, el detonante que lo sacó de su sitio”.

“Ahí él, imagínese, es su mamá. Él sabe el valor de su madre. Entonces, lo que me duele es que lo hizo por mí, por defender mi honor, por mi honra. No fue por materiales ni nada. La discusión fue por mí, porque su papá se llenaba la boca sucia con mi nombre. Llevamos 30 años divorciados y todavía él me sigue mencionando para hacerme daño”, aseveró la mujer

Mientras mostraba una fotografía con la imagen de cuatro rostros, uno de ellos cubierto con cinta adhesiva y los otros de una mujer y dos niños, agregó que había sido víctima de violencia doméstica, “y callé. ¿Por qué callé? Para mantener esto, mi familia unida”. Explicó que “tengo que taparlo a él (Aponte López, porque después de 30 años de divorcio me puso una orden de protección y por eso tengo que taparlo y no lo puedo mencionar”.

La mujer sostuvo que fue su otro hijo, José Aponte Colón, “fue el que hizo todo esto viral, porque todo esto se pudo haber arreglado entre familia. Porque esto no viene de ahora, esto viene de años entre familia, el maltrato viene de años”.

Sollozando, sostuvo que su hijo Emmanuel tenía un mensaje para su padre, de que, “a pesar de todo este maltrato, a pesar de todo este maltrato, a pesar de la violencia doméstica que me hiciste a mí y le hiciste a él, Emmanuel te perdona. No te guarda rencor. Te perdona y te ama. Y me dijo que no rompiera esta foto, porque es el único recuerdo bonito que tiene de ti como padre”.

De igual forma, le dijo a su hijo José que “te perdonamos por hacer to’ esto viral y hacerle daño a tu hermano. Tú hermano te quiere y te perdona. Te queremos y te adoramos”.

Finalizó su emotivo mensaje agradeciendo a todas las personas que habían creído en su hijo le están respaldando y echándole la bendición a su hijo Emmanuel.

Sin embargo, el fiscal de distrito Yamil Juarbe Molina, quien participó de la vista junto al fiscal Israel Umpierre, cuestionó que si su mamá tenía cosas que decir en defensa de su hijo por qué renunciaban a celebrar el juicio y no exponían esos alegatos ante un jurado. Asimismo, cuestionó por qué, si Colón Hernández alegaba ese historial de maltrato, “por qué la orden de protección es en contra de ella y no a su favor, y un tribunal entendió que había que expedir esa orden”.

Si las explicaciones son todas para que ustedes las crean, o para que las crea el País, pues para eso entonces se hubiera visto el juicio, no se hace un preacuerdo”, sostuvo el fiscal.

Juarbe Molina indicó que no podía “ni creer, ni dejar de creer” la versión de que Aponte López habría insultado a la madre de Aponte Colón, “porque yo no estaba ahí”. En cambio, sostuvo, “la realidad es que estos dos seres humanos estaban todo el día juntos, y estuvieron juntos haciendo un trabajo, y fueron a la ferretería a comprar unos materiales, y de buenas a primeras este señor se molesta por la razón que se molestó, que fue por el costo que él quería cobrar por el trabajo, y el padre le estaba diciendo que eso es mucho, y ahí lo golpea salvajemente, cae al suelo y luego lo lanza en la cajuela de esa pickup”.

Venir ahora a explicarlo de esta manera, es tratar de buscar quizás la pena. Si eso hubiera sido correcto, pues mire, para eso está el proceso, un juicio por jurado, credibilidad. No es hacer alegación para después venir a dar explicaciones a la prensa. Eso no me parece lo correcto”, insistió Juarbe Molina, quien agregó que los registros de incidentes procesales muestran que Aponte Colón cumplió dos años de cárcel en el 2017 “por portar un arma de fuego ilegalmente”, y también fue imputado de violencia doméstica, aunque el caso no prosperó porque la presunta afectada no quiso entrar en el proceso.

El abogado Morales Schmidt, sin embargo, reiteró la versión de la madre de Aponte Colón y defendió la decisión de pactar el acuerdo de culpabilidad, explicado que ya el video había circulado y un programa de televisión había adjudicado un sinnúmero de adjetivos negativos a su cliente.

“Yo, como dije, el riesgo es de él. Pero yo hubiera visto el caso sin problema alguno”, afirmó. “Pero el riesgo son 10 años. Ese es el problema. Y esto es un caso que, mediáticamente, ya un programa de televisión le dijo es un charlatán, es un abusador, y eso tiene un peso en un posible jurado, y él compró riesgo”.

El abogado explicó que, de esa sentencia de cuatro años y medio de cárcel, al tratarse de un delito que bonifica, y con la posibilidad adicional de beneficiarse de programas dentro de la cárcel, su cliente podría cumplir más o menos del 70% de ese término, lo que sería alrededor de tres años a tres años y medio de prisión.