La depresión posparto es un tema que no se comenta mucho en nuestra sociedad, es bastante tabú y estigmatizado... 

Se dice “ella está post-parto”. Tiene unas implicaciones de que tiene una condición emocional o que tiene unas alteraciones emocionales y no es así necesariamente. 

La depresión posparto es un diagnóstico, pero también se utiliza como un término sombrilla, ¿correcto?

Es uno de los términos que más comunes y más populares se han convertido. Pero hay muchas condiciones que se pueden dar dentro de esta etapa, como los trastornos emocionales y de ansiedad en la etapa perinatal. Queremos ampliar la visión que no sólo es posparto y que muchas de estas condiciones comienzan desde la gestación, y es importante identificarlas desde ese momento. 

¿Cuándo comienza la etapa perinatal?

Comienza desde la gestación. Perinatal habla desde el final de la gestación hasta el comienzo del posparto. Pero en el periparto hablamos de todos esos nueve meses y hasta un año posparto. Ese es otro mito, que el posparto es la cuarentena, las primeras semanas y ya se acabó; que si estás bien en esa etapa, todo está bien. Pero la realidad es que con la depresión posparto hay un pico entre el tercer y sexto mes posparto donde la mujer puede empezar a experimentar estos síntomas. 

¿Cómo se define la depresión posparto?

La depresión posparto es como cualquier otra depresión, con los síntomas de llanto frecuente, angustia, pero con la añadidura de esa responsabilidad y esa presión cultural de lo que es ser madre y cuidar de un bebé. Todavía la crianza se responsabiliza casi exclusivamente a la madre. A nivel cultural, cuando vemos una madre posparto muchas veces la felicitamos, “Ay has perdido todo el peso”, como si eso fuera algo a felicitar, y es algo que es una bandera ante una mujer que acaba de parir. Una mujer que lleva nueve meses creciendo y cambiando en términos corporales que rápidamente pierda mucho peso es un síntoma que debería preocuparnos. También la falta de sueño es muy importante. Uno de los síntomas principales que debemos validar es ese sentimiento de que la mujer sabe que hay algo que no está bien; que no se siente como ella quisiera sentirse dentro de la maternidad. 

¿Cuánto se puede adjudicar al cambio en las hormonas, y cuánto es esa etapa de ajuste y transición? 

La capacidad de adaptar y de cuidar a pesar de que se altera todo es un reto. El no padecer de depresión posparto luego de un primer bebé no quiere decir que en el segundo o en el tercero no vaya a estar vulnerable. Cada embarazo es diferente, cada bebé es diferente y cada momento en la vida es diferente en esos embarazos. El contexto cultural, esa presión a ser la buena madre, la madre perfecta, y lo que eso significa dentro de nuestra cultura y cómo lo asumimos. Las hormonas tienen que ver, pero la realidad es que los padres también pueden tener depresión posparto. Un 10% de los padres muestran unos cambios en estado de ánimo luego de la llegada de su bebé, eso no es hormonal. Padres y madres adoptivas también. Esto tiene que ver con el ajuste y las expectativas. Las redes sociales no ayudan. 

¿Si has padecido anteriormente de depresión o de algún otro trastorno, eres más susceptible a la depresión posparto?

Tienes una vulnerabilidad mayor. También se han asociado las mujeres que han pasado por pérdidas perinatales anteriores. 

¿Cuáles son algunos de los tratamientos para la depresión posparto?

Hablar siempre es lo primero que uno debe hacer. No es tan fácil. Para eso nos toca a nosotras abrir los espacios de dónde hablar. En Puerto Rico hay un estigma sobre la salud mental. Además, los profesionales de la salud no lo estamos identificando, no estamos preguntando. Quizás porque sentimos que no nos compete, quizás un ginecólogo obstetra piense, “pues esa no es mi área, así que no la voy a tocar ni a preguntar, voy asumir que ella está bien.” En el/la pediatra, donde más se ve la madre, a lo mejor tampoco pregunta, porque dice que esa no es su área.

La primera línea de tratamiento siempre es la psicoterapia, aunque no necesariamente la medicación, que es lo primero que se piensa. La psicoterapia debe ser preventiva y debe comenzar desde el momento en que la persona está en gestación, porque ya sabe que se avecina ese cambio grande en la vida. Otros tipos de tratamiento que pueden ayudar lo son el ejercicio, el cambio en nutrición, el apoyo. 

Para continuar con la desmitificación, ¿cuán prevalente es la depresión posparto?

A nivel de Puerto Rico no tenemos las estadísticas fidedignas. Pero a nivel mundial, podemos decir que entre el 15% y el 20% de mujeres pueden pasar por algún síntoma de depresión posparto. Tomando en cuenta la realidad de la mujer puertorriqueña en términos de lo que hemos hablado: de la maternidad, de la crianza, la desigualdad en el empleo, en la educación, las múltiples jornadas de la madre puertorriqueña, la violencia de género, entre otros, yo diría que estamos dentro de ese cuadro de estadísticas o las sobrepasamos en nuestro país. 

¿Qué es lo que más te inspira a alzar la voz?

Las mujeres, nuestro sentir, el bienestar emocional. Todos tenemos derecho a ese bienestar emocional que es más allá de la falta de enfermedad. Si no es bienestar completo. 

(Las autoras son moderadoras del espacio “Alzando la voz”, que se transmite los sábados a las 8:00 p.m. por WKAQ-580 AM. También puedes escuchar los episodios en formato de podcast en las plataformas de Uphoria, iTunes y Apple Podcasts.)