El segundo implicado en la muerte del líder juvenil religioso Julio Enrique López Castro, asesinado vilmente durante un asalto a la tienda Boostmobile de Río Grande, de la cual era propietario, fue acusado por los hechos ayer en la tarde.

La Policía informó que se le radicaron cargos de asesinato en primer grado, robo agravado, Ley de Armas, destrucción de prueba y conspiración a Waldemar López Adorno, residente de Río Grande.

El fiscal Félix Sánchez presentó la prueba ante el juez José A. Caballero, del Tribunal de Fajardo, quien encontró causa para el arresto de López Adorno. La fianza fue fijada en  $406,000, la que el imputado prestó utilizando los servicios de un fiador privado y de la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio (OSAJ).

El agente José R. Lebrón Alicea, adscrito a la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Fajardo, llevó a cabo la Investigación.

Los hechos de este caso se remontan al pasado 5 de enero cuando López Adorno junto a Ricardo Alfonso Di Cristina Rexach entraron al negocio a robar.

Se alega que Di Cristina Rexach mató al joven religioso, cuando este estaba amordazado y arrodillado en el piso, usando un extintor de fuego. Según la investigación, el ladrón lo asesinó por miedo a que éste lo identificara, ya que se conocían desde niños.

López Castro, de 20 años, era miembro activo a la Iglesia Bautista del barrio Palmer en donde fue maestro bíblico y coordinador de la juventud. Se le identificaba como un seguidor de los deportes y estudió periodismo deportivo.