Cargos por violación a las leyes de Armas y de Sustancias Controladas serán radicados hoy contra el abuelo del niño que resultó herido de bala durante la noche del lunes, en su apartamento del residencial Santiago Iglesias en Ponce mientras sicarios perseguían a su padrastro quien fue ejecutado.

El hombre, identificado como Julio Quevedo Gordían, de 64 años, fue citado durante la tarde de hoy por los agentes de la División de Homicidios de Ponce para ser entrevistado sobre los hechos junto a su esposa Nancy E. Santos Vargas de 63 años y a su hija, que al momento de los hechos se encontraba trabajando en un refugio para los damnificados de los movimientos telúricos del área sur.

El martes, los investigadores diligenciaron una orden de allanamiento en su apartamento donde fue ocupada una pistola Glock de calibre .40 que estaba cargada con 15 municiones y 84 paquetitos con cocaína.

Su esposa también fue acusada de dos cargos por violación a la Ley de Sustancias Controladas ya que se le ocuparon 50 bolsitas con cocaína y ocho bolsitas y siete frascos con marihuana en una cartera que reclamó como suya la cual estaba dentro del vehículo Ford Fusion que pertenecía al occiso.

Los sucesos ocurrieron las 10:24 p.m. del lunes, cuando John P. Hernández Santana, de 26 años, natural de Juncos, se encontraba frente al edificio y se topó con dos pistoleros que abrieron fuego contra él por lo que corrió a buscar refugio en el apartamento donde vive su pareja.

Los sicarios lo persiguieron hasta asesinarlo.

Las balas alcanzaron al hijo de su pareja en cuatro ocasiones, una de ellas en la ingle, quien recluido en el Hospital Pediátrico en condición estable.

El menor tenía debajo de la camisa 156 “decks” de heroína.