Cuando un asaltante irrumpe en el negocio que con esfuerzo un comerciante ha levantado, nadie sabe cómo acabará la situación. Asimismo, pocos saben cómo van a reaccionar.

Si el dueño de la tienda decide tener un arma y resultara que le ocasiona la muerte a un asaltante, no enfrentaría ninguna consecuencia si lo hace en estricto cumplimiento de la ley, explicó el superintendente auxiliar en Investigación Criminal (SAIC), coronel Francisco Rodríguez. 

“Si se trata de un homicidio justificado, no lo van a procesar, pero le tienen que ocupar el arma de fuego para determinar si fue la utilizada para dispararle”, sostuvo el coronel. 

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Sin embargo, las autoridades recomiendan que no intente forcejear con el delincuente que está armado. 

La teniente Wanda Torres, directora de la División de Homicidios de San Juan, con vasta experiencia en investigaciones de robos, explicó que es importante que al momento en el que un asaltante anuncia el robo, la víctima debe mantenerse tranquila. 

“A veces los nervios se apoderan de las personas. Tienen que discutir el plan en distintos escenarios, dentro de los negocios o en sus alrededores, con cuchillo o arma, etcétera; y muy importante, mantener la calma. Esas personas van decididas y ya no es como antes. Si gritas te pegan un tiro”, señaló Torres.

Lo más aconsejable es enfatizar a todos los empleados que durante el asalto traten de captar la mayor cantidad de detalles sobre los atracadores con miras a lograr el esclarecimiento del caso.

“También deben escuchar la voz del individuo. Aunque muchos van enmascarados, deben estar pendiente a los perfiles y a su tono de voz, porque la Policía puede esclarecer estos casos en rueda de confrontación, que puede ser por voz”, sostuvo Torres.

Otras recomendaciones son: tener los números de emergencia al alcance para llamar inmediatamente después de que ocurra el robo, instalar cámaras de seguridad y sistemas de alarma que deben estar activados en todo momento y evaluar las debilidades de la estructura, como puertas, ventanas y cerraduras, para asegurarlas. 

No se aconseja tener grandes cantidades de dinero. Hay la opción de pagarle a alguna compañía de valores para que recoja el efectivo y contratar seguridad privada para que esté presente al momento de cerrar el negocio y en ruta hacia su residencia.