El féretro del ex alcalde de Arecibo, Pablo “Pavi” Méndez Cabrero, fue expuesto hoy en capilla ardiente en la Funeraria González situada en la carretera PR-129 hacia Lares.

A las 5:00 de esta tarde se ofrecerá una misa y posteriormente sus restos serán cremados, informó su nieta Yolanda Jové Méndez.

Méndez Cabrero falleció a los 93 años de edad en la Villa del Capitán Correa, ciudad a la que se mudó en el 1940, cuando dejó a su natal San Sebastián del Pepino.

En Arecibo, nacieron sus dos hijos Elvira y Manuel, sus cuatro nietos y siete bisnietos.

El ex alcalde fue farmacéutico de profesión, pero sentía un gran interés por la política y el servicio público, relataron familiares y amigos reunidos en la Funeraria González.

“Mi abuelo fue un servidor público intachable”, comentó su nieta Yolanda.

Méndez Cabrero fue electo alcalde de Arecibo en el 1980, por el Partido Nuevo Progresista.

Previamente, tuvo una breve experiencia como ejecutivo municipal de la ciudad cuando en 1969, sustituyó a la alcaldesa Elba Otero Bosco, quien entró a la Cámara de Representantes.

“Yo tuve la experiencia de ser legislador en la Cámara de Representantes cuando Pavi Méndez era alcalde de Arecibo. Siempre me llamó la atención y admiración la capacidad que tenía para atender los asuntos políticos y administrativos”, destacó Héctor González, presidente de la Legislatura Municipal de Arecibo. “Pavi era amigo de los penepés y de los populares”, agregó.

Tanto González como Wilfredo Ríos, quien trabajó en su administración, coincidieron en que las mayores preocupaciones de Méndez Cabrero como administrador de la ciudad era que se ofreciera a los residentes buenos servicios de salud y el desarrollo del deporte y la recreación.

“Él se preocupaba porque en el Hospital Municipal se dieran los mejores servicios de salud. Para ese entonces el hospital tenía salas para distintos servicios, cirugía, pediatría, de todo. Ese era el orgullo de él”, comentó Ríos.
Entre algunas de las obras que se le atribuyen a Méndez Cabrero está la remodelación de la Casa Ulanga, la construcción del Polideportivo, la construcción de la cancha Francisco “Pancho” Padilla y la remodelación del estadio Luis Rodríguez Olmo.

En el plano familia, la nieta del ex alcalde dijo que su abuelo procuraba la unión y compartir en el hogar.
“Era un abuelo cariñoso, humilde, bondadoso, pausado y paciente. Fue muy admirado por sus nietos”, dijo Jové Méndez.