La vista preliminar contra Giovani Aponte Ríos y Yaniré Roque Lupiañez, padrastro y madre de Kailanys Isabelle Soto Roque, la bebé de un año violada y asesinada el pasado mes de diciembre en Aibonito, quedó aplazada hasta el miércoles 7 de febrero, ya que la defensa del imputado alegó que no estaba lista para iniciar el caso.

Así se desprende del procedimiento judicial efectuado este martes ante la jueza Marielem Padilla Cotto del Tribunal de Primera Instancia de Aibonito, quien advirtió a las partes que deberán dilucidar cualquier requerimiento antes de la fecha señalada.

Aponte Ríos enfrenta un cargo por asesinato estatutario, tres de agresión sexual y uno de maltrato de menores, mientras que, contra Roque Lupiañez pesan cuatro cargos de maltrato de menores.

De acuerdo con la abogada Joannie Plaza Martínez, “yo fui asignada para el caso a mediados de la semana pasada. Yo no estaba en Puerto Rico por atender un asunto en otro tribunal”.

La letrada radicó sendas mociones requiriendo la grabación de la vista de caso para arresto, además de pedir “cualquier prueba exculpatoria que esté en manos del gobierno, en preparación para nuestra vista”.

Asimismo, se negó a comentar sobre la presunta confesión de culpabilidad que el individuo de 22 años hizo ante las autoridades policiales, luego de los hechos registrados el 18 de diciembre en un apartamento del residencial Villa de la Rosa en Aibonito.

Tampoco adelantó sobre la posibilidad de llegar a un preacuerdo de culpabilidad, aunque no descartó presentar una moción para solicitar una rebaja en la fianza de $6 millones, impuesta contra el hombre de 22 años.

“Nosotros llegamos al caso hace una semana, si existiera cualquier testimonio incriminatorio como del que están hablando, en este momento, no hemos recibido descubrimiento de prueba ni tenemos ninguna información sobre eso”, apuntó.

Sin embargo, recordó “que a mi cliente se le presume inocente, eso es lo que mantengo. Es el mismo derecho que tiene cualquier ciudadano puertorriqueño que enfrente procedimientos criminales”.

Por su parte, el fiscal Ernesto Quesada expuso que el ministerio público continúa investigando para recopilar nueva evidencia y lograr una convicción.

“No tenemos ninguna duda (en que los imputados son culpables). Contamos con mucha evidencia para sostener esto hasta sus últimas consecuencias. Si incluirá (el testimonio de) vecinos… puede ser. No lo descartamos”, sentenció.

Consternada la abuela paterna

A la salida del tribunal se encontraba la abuela paterna de Kailanys quien hoy cumpliría 14 meses de nacida.

Notablemente compungida ante el asesinato de su nieta, Ilia Martínez Ramos pidió justicia para la infante a la que recuerda como “una nena bien humilde, bien cariñosa”.

“Yo quiero que hagan justicia para que ella descanse en paz”, reclamó, mientras aseguró que no tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo porque “ella (Yaniré), bien poco que me la dejaba ver y, cuando me la dejó ver, después sucedió lo que sucedió, pero no sabía nada”.

“Ella (la víctima) me decía ‘Tata’. Cuando tenía hambre me decía ‘Ma’… (era) bien juguetona. La nena cumplía hoy un año y dos meses”, lamentó la madre de Luis Alberto Soto Martínez, padre de la menor que, presuntamente fue abusada sexualmente y asesinada por su padrastro.

Soto Martínez permanece ingresado en prisión por violación a la Ley 54, en un caso relacionado con Roque Lupiañez.

“Hoy mi hijo cumple ocho meses de estar preso. A él le echaron 18 meses (de prisión). Mi hijo está destrozado porque a él lo tienen allá adentro también. (Está) bien destrozado, lo único que le digo es que lo quiero y lo amo y que se haga justicia”, afirmó.

“Alegadamente, él no conocía a la persona (Giovani) y no sabía que ella estaba con esa persona. Yo lo veo triste, destruido y él, lo que me dice es: ‘Mami, tranquila, que allá arriba hay un Dios’. Obvio que él tiene que estar triste porque es su hija”, reiteró.

Otras que siguen el caso de cerca son las vecinas del proyecto Villas de la Rosa que, permanecieron frente al tribunal exigiendo justicia para la menor asesinada.

Según Shakira Quiñones, “esto nos ha afectado a todos. Llevamos mucho tiempo ya bregando con la situación y nunca se tomó ninguna carta en el asunto. Hicimos todo lo más que pudimos, pero terminó llegando a esto que no era lo que queríamos”.

“Yo vivía abajo (del apartamento) y escuchaba lo que pasaba allí… maltrato físico, verbal, emocional. Esos nenes estaban bien afectados también. Se escuchaban muchos gritos, se escuchaban cuando ellos le pegaban, que se acostaran a dormir. Pasaban mucho tiempo llorando porque les decían que ellos no lloraban sangre”, lamentó.

Según Quiñones, las vecinas están cooperando, “una de estas habló con fiscalía. Yo fui y me entrevistaron también, esperando (a que la citen como testigo) si todo sigue en pie”.

Mientras que, Jomayra Canales aseguró que, “hasta nosotros le cuidábamos los nenes. Nosotras siempre estábamos pendientes de ellos, les dábamos comida, siempre tenían hambre, se quejaban”.

“Esto nos ha afectado bastante porque, incluso, una vez en el pediatra, ella (Roque) le metió un puño por la espalda a esa bebé que, yo creo que lo sentí más que ella. La pediatra Migdalia Cruz, la retuvo y llamó al Departamento de la Familia y, el Departamento de la Familia no hizo nada, la dejaron ir”, insistió.

El próximo señalamiento del caso fue fijado para el viernes, 26 de enero a las 9:30 a.m. para una vista de estado del procedimiento. La vista preliminar será los días 7 y 13 de febrero a las 9:00 a.m.